Ya hemos hablado de que el tabaco tiene graves consecuencias en el desarrollo de los adolescentes, pero hay sustancias peores para la salud. Que pueden acabar con su vida, porque las drogas y el alcohol al volante provocan muchos accidentes. Uno podría pensar que una educación esmerada resulta clave para evitar el consumo, pero un nuevo estudio que conocemos gracias a Science of Us parece indicar que los padres demasiado estrictos no consiguen que sus hijos eviten este problema en mayor medida que aquellos descuidados. ¡Ya se sabe que en el término medio siempre se encuentra la virtud!
Según una investigación del Instituto Europeo de Estudios para la Prevención realizada con 7.718 jóvenes entre 11 y 19 años, lo mejor es una autoridad presente pero no excesiva. Se clasificaron las familias en cuatro categorías de acuerdo a lo estricto de la educación, y tanto los padres más exigentes como los más descuidados obtuvieron resultados malos en lo que respecta al consumo de drogas de los hijos y a problemas de comportamiento. Los dos niveles intermedios fueron los que demostraron mayor éxito. Seguramente, los hijos de padres estrictos reaccionan de manera más fuerte ante las reglas, ya que la rebeldía es común entre los jóvenes.
Otro de los factores importantes es el cariño por los hijos, tanto los más estrictos como los descuidados eran grupos en los que la relación familiar no resultaba demasiado cercana. De todas formas, el estudio sólo ha considerado el uso de alcohol, tabaco y marihuana, por lo que no es muy completo. Personalmente, que un hombre o una mujer de 18 años se emborrache de vez en cuando me parece lo más normal del mundo, independientemente de su educación. En cualquier caso, este estudio demuestra que la causa detrás de ello se puede encontrar en unos padres demasiado estrictos.
¿Qué opinas de este tema? ¿Le das crédito al trabajo, o crees que las relaciones familiares resultan demasiado complejas como para clasificarlas en sólo cuatro categorías?
Imagen | Mr. Theklan