Jamás me acostumbraré al tabaco y, por más que lo intento, me duele cada vez que veo a un adolescente fumar (hay millones de jóvenes que lo hacen), si está en mi entorno, al menos le recomiendo que lo deje, una de las mejores formas de conseguirlo se trata de hacer deporte. Todos sabemos que sus más de 4.000 sustancias no son nocivas para la salud aunque muchos dudan de sus efectos a largo plazo.
Fumar mata, de eso no hay duda y, aunque cualquiera pueda morir cuidándose al máximo, si evitas el tabaco reduces las probabilidades de sufrir alguna de las enfermedades asociadas a esta droga como el cáncer de pulmón, el cáncer de próstata en los varones, problemas de corazón o problemas de capacidad pulmonar.
Sabemos que los cigarrillos electrónicos han venido para quedarse pero, aunque algunos incluso se puedan conectar a Android, los últimos estudios afirman que son igual de perjudiciales que el tabaco común.
Uno de los últimos estudios, publicado en la revista Neuropsychopharmacology, nos revela una apreciación interesante de esos efectos que a priori no solemos tener en cuenta. En este documento se contempla la diferencia del desarrollo de un cerebro que fuma y otro que no. En esta franja de edad (que va desde una edad muy temprana hasta el final de la pubertad) los efectos de las drogas son todavía más dañinos que en los adultos y la nicotina y sus alicientes vienen arrasando por donde pasan.
No sirve la excusa de Yo fumo poco porque hasta en estos casos existían grandes diferencias. El tamaño y volumen de la ínsula son diferentes y varían por el tabaquismo. ¿Qué es la ínsula? Está ubicada en la superficie lateral del cerebro y, relacionada con el sistema límbico, juega un papel muy importante a la hora de controlar las emociones y los sentimientos. De esta forma, el consumo de esta droga afecta a la toma de decisiones y al estado interno de los individuos.
Es por ello que se puede mermar el rendimiento escolar, puede afectar a la toma de decisiones que te arruinarán la vida y no van a beneficiarnos a largo plazo. Todavía no entiendo cómo no han prohibido el tabaco, bueno, en parte sí, pero me tiro de los pelos cada vez que lo pienso. Esta industria da mucho dinero y no interesa prohibirla, sus altos impuestos benefician al gobierno y a millones de personas.
¿No era qué tráfico velaba por nuestra seguridad? Me gustaría que el gobierno prohibiese drogas que están matando y que llevan a millones de personas directas al hospital. ¿Cuánto se ahorraría en sanidad si se prohibiera el tabaco? Si estás como yo en este aspecto me gustaría saberlo y, a través de los comentarios, aunque no cambiemos el mundo, al menos nos podemos expresar.
