Vivo en un mundo lleno de tecnología y esta nos atrae, entretiene, acompaña e incluso nos saca de un montón de líos en los que nos metemos día a día. La tecnología es la base del progreso y su aceleración ha entrado en un bucle infinito. Ahora bien, ¿qué nos está pasando? A día de hoy la mayoría de los aparatos están modificando la vida de muchas personas hacia un futuro oscuro y, en ocasiones, hasta triste.
La conectividad se ha transformado en un gran aliado pero, llevada al extremo, se ha convertido en el gancho de millones de individuos que se aglutinan en nuestra tierra vagando por redes sociales, servicios de mensajería o foros que los han aislado de la realidad. La nomofobia existe y ese miedo irracional a salir de casa sin un smartphone atormenta a miles de personas, hasta tú podrías padecerla y quizás no lo sepas.
Recuerdo a esos ancianos que miraban las nubes y te decían qué día estaría mañana, a día de hoy la gente abre antes alguna aplicación para observar el tiempo en su móvil que la ventana de su casa y confían ciegamente en ella. Individuos que se pasan el día hablando por WhatsApp o comentado las fotos de sus amigos en Facebook y no saben lo qué es tomar un café con sus amigos y, cuando esto pasa, se reúne una mesa de telefonistas y apenas hay palabras entre ellos.
Ha llegado el momento de pararnos a pensar si somos amos o esclavos de la tecnología y la realidad que estamos viviendo, ¿nos beneficiamos de ella o es como la peor de las drogas para nuestro cuerpo? Estoy a favor de la tecnología y utilizo cada uno de mis dispositivos a diario de forma intensa pero, lo sé, puedo vivir sin ellos y dejo mi móvil en casa un día, dos o tres y no me siento solo.
Para mí, lo peor de todo esto es la pérdida de grandes costumbres. Ahora la gente ya no te llama por teléfono, te manda un WhatsApp y considera que lo vas a leer con urgencia, no saben que no todos estamos tan enganchados. Hay mucha gente que no entiende por qué no activo mi tarifa de datos todo el día (la activo, miro lo que hay, y la quito de nuevo). Jóvenes o más seniors que buscan el consuelo de un día duro en el chat de una red social cuando, en realidad, un apoyo fuerte lo conseguirás cerca de las personas a las que le importas.
Personas que viven felices sabiendo la vida de los famosos, programas del cotilleo y entretenimiento del estilo que no nos aportan nada a nuestra base de conocimiento. ¿Por qué tengo que ver el GH 24 horas si disfruto mucho más aprendiendo cosas en el Discovery Max? No quiero ofender a nadie, estas quizás son las líneas de un joven medio loco que se ha parado a examinar, por un momento, algunas cosas que están pasando en su entorno
Y tú, ¿eres esclavo de la tecnología? Me gustaría conocer vuestra opinión sobre este tema, me preocupa bastante ver cómo se han perdido algunas costumbres y cómo la gente pueda considerar Twitter como una vía de comunicación oficial. ¿Ya no se puede vivir sin una conexión a Internet?
Me siento identificado… Cuando estoy en una cafetería, la mitad lo hablo con los presentes y la otra mitad por mensajería instantánea xD.
[…] todos sabéis que somos esclavos de la tecnología y, este planteamiento, me ha llevado a pensar que su desarrollo nunca va a parar de sorprendernos. […]
¡Qué cierto todo! A veces me siento fatal por perderme conversaciones en Twitter… Y por supuesto, ni se me ocurre salir de casa sin mi smartphone…
Pues yo, a pesar de que soy muy activo por la semana cuando estoy en casa, cuando quedamos con algunos amigos al fin de semana solo saco el móvil a menos que sea una urgencia y tengo los datos desactivados. Si es verdad que a veces les puedo mostrar alguna foto que he sacado y ellos también lo hacen pero prefiero tratar de tú a tú y no seguir tecleando. Llevo años con esto y me sigue estresando escribir en algo que no sea un teclado, si tengo que hablar algo importante hago una llamada y listo.
[…] un verdadero adicto a los juegos, lo confieso. Somos esclavos de la tecnología y esta siempre nos acaba enganchando de alguna forma. Llevo varios meses jugando a uno de los […]
[…] en un mundo donde la gente se ha convertido en esclava de la tecnología, un planeta en el que mires a donde mires hay un smartphone grabándote. Me fastidia jugar a algo […]
[…] encontramos en una época histórica en cuanto al uso y expansión de la tecnología en los hogares por dos motivos. El primero radica en que por primera vez en un mismo hogar, todos […]
[…] es prácticamente imposible, ya que sin darnos cuenta nos hemos adaptado a un entorno en el cual la sociedad lo impone de manera habitual. Un ejemplo de esto puede ser el simple hecho de tener que reservar unos billetes de avión: está […]
[…] a escribir un artículo muy interesante en otra web que recuerdo con gran cariño, ¿somos esclavos de la tecnología? No estaría de más que le echaseis un vistazo y lo comentarais aquí o a […]