Cuando se desarrolla una app se tiene en cuenta su funcionalidad. Podría decirse que es un ejercicio de empatía al intentar ponerse en los pies del usuario. Si logramos que nuestra app logre con éxito resolver un problema o proporcionar un mejor servicio para el usuario podemos estar seguros de que será un buen diseño.
¿Cómo se mide esto?
De acuerdo con lo que escribe Ilya Pozin en su artículo para The Next Web la viralidad es indicativa de lo buena que considera el mercado a tu app. ¿Pero cómo lograr esa tan ansiada viralidad? Ilya en su artículo sugiere algo que puede no ser tan obvio. El boca a boca es un factor importante, por lo general el descargar una app es una acción comparable a comprar un producto, aunque esta sea gratuita.
Al comprar algo nuevo o probar una nueva marca de algún producto sin novedad siempre introducimos como variable para la toma de decisiones a la confianza que nos otorga el promotor. Nadie puede darnos más confianza que nuestro círculo personal inmediato, bien sea familiares, amigos o colegas de trabajo. Si quieres que tu aplicación sea viral tienes que hacer que la gente hable de ti, por lo tanto es obligatorio invertir en publicidad.
No te basta únicamente con medir cualquier KPI que escojas como indicador de la viralidad de tu app, la gente suele recomendar aplicaciones a sus conocidos también en persona. Por supuesto esto ocurre fuera del mundo digital y no existe una manera exacta de cuantificar el efecto.
Los chicos de Mint se las ingeniaron para crear una manera de tener aunque sea un indicio de lo buena que puede ser tu app. A la gente le gusta sentirse importante o pionera en algo y ellos lo aprovecharon. Decidieron darle a probar prototipos a la gente en la calle, pero con un truco: nunca comunicarles el nombre de la app durante toda la prueba. De esta manera si la persona “pionera” preguntaba por el nombre, es porque además de considerarla buena, quiere ser capaz de poder hablar de ello con sus conocidos.
¿Viralidad = Buen Producto?
No siempre la viralidad es indicativa de que el producto sea innovador o disruptivo. El fenómeno de la viralidad ocurre simplemente cuando tu cliente es tu principal promotor y esto suele ocurrir muchísimas veces también cuando el cliente o usuario se divierte. Siempre vamos a querer comunicar lo que nos parece divertido, gracioso o emocionante en cualquier aspecto.
Incluso situaciones tan absurdas como lo que plantea The Shakedown están empezando a general números que indicarían viralidad. La lógica de la aplicación es sencilla: cualquier usuario nuevo que se registre le serán otorgados 10.000 puntos, así empieza competir con sus contactos por robar esos puntos agitando su smartphone en una clara apuesta por el concepto de gamification en el mundo digital.
Como lo indica uno de sus fundadores en el Vine de abajo “Haremos 1 millón de dólares con esta app”. A mi todo esto me recordó al episodio de los Meow meow beenz en Community. ¿Está el mundo de las apps yendo demasiado lejos?
