Vale, lo reconozco, un poco me he pasado. Pero tampoco es una mentira porque es una solución posible en el futuro. En la Universidad de California, se está trabajando en un tatuaje temporal que es capaz de producir electricidad a partir del sudor de tu cuerpo, que luego se almacena en una bio-batería.
¿Cómo funciona?
El tatuaje temporal –que se pega a tu cuerpo como una calcomanía normal y corriente– posee un sensor de lactato, que es una sustancia presente en el sudor, y es este sensor el que reconoce el lactato del sudor y lo transforma en una corriente eléctrica que es almacenada en una batería también presente en el tatuaje.
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Hasta ahora el experimento consigue producir unos pocos microvatios, lo cual es insuficiente hoy en día para cargar un smartphone, pero que sí podría ser suficiente para un monitor cardíaco o un reloj, por ejemplo. Actualmente están trabajando en la posibilidad de optimizar este sensor para producir una mayor cantidad de electricidad del lactato, pero sí que es cierto que queda todavía muchísimo camino para que cargar algo con un consumo tan alto como un móvil sea viable –todos sabemos que ni una batería normal puede aguantar mucho más de un día a estos pequeños devora-energía, así que, como para dejárselo al lactato–.
Obviamente, hoy en día es muy complicado pensar que sea una solución eficiente para alimentar nuestras baterías en un futuro, pero si un fabricante fuera lo suficientemente imaginativo y vanguardista como para utilizarlo creo que sería posible –con unas cuantas mejoras– su uso para recargar cuantificadores de actividad física como la Fitbit Flex, la Smartband de Sony o el futuro bombazo que va a ser la Xiaomi Mi Band, podría ser viable para olvidarte de cargadores, principalmente porque su uso va unido al deporte, y con ello al lactato.
Dejo por último el vídeo de la American Chemical Society por si alguien estuviera interesado en más detalles sobre este experimento.
