El guepardo es uno de los animales más rápidos sobre la faz de la tierra y los robots suelen ser todo lo contrario. La cuestión es que un equipo del MIT desarrolló una combinación entre ambos elementos, lo que permitió la creación de un veloz aparato que simula ser un guepardo.El guepardo-robot es, por naturaleza, un elemento que parece soñado, pues para la gama robótica representa un avance sin precedentes, con su elegancia y motor eléctrico de alta eficiencia. El equipo detrás de la proeza ha dado un gran paso, según destacan los expertos.
El Cheetah-bot, como fue bautizada esta maravilla de la ingeniería, tuvo sus primeras pruebas en la caminadora del laboratorio. Además, la energía llegaba hasta él desde una fuente externa, con la ayuda de un estudiante que se dedicó a apartar los cables de la trayectoria. Sin embargo, la máquina-animal supo sortear pequeños obstáculos sin romperlos, porque la verdadera prueba era demostrar que el robot podía desarrollarse en el mundo sin peligro de provocar una catástrofe.
Impresionado, el equipo decidió crear un algoritmo que permitiera a Cheetah-bot saltar y correr sin tropiezos en el exterior del laboratorio. Aunque todavía no alcanza las velocidades de su homólogo natural, por encima los 90 Km/h, alcanza las respetables cifras de 10 y 33 centímetros de altura al realizar un salto.
Los científicos aseguran que se trata de cifras impresionantes para un robot, sobre todo teniendo en cuenta que posee un motor eléctrico. El Cheetah-bot trabaja como un gato real: en lugar de aumentar el ciclo de la zancada, le imprime más fuerza para que tenga mayor longitud. De acuerdo con los chicos del MIT, con pocos ajustes de software se espera que esta versión llegue a los 50 km/h, lo que lo convertiría en el robot-cuadrúpedo más rápido del mundo.
