La verdad es que esta generación ha decepcionado a bastantes jugones, entre los que me encuentro. No hay que olvidar que entre el lanzamiento de PlayStation 3 y el de PlayStation 4 han pasado la friolera de 7 años, y entre el de Xbox 360 y el de Xbox One, 8 años. Se esperaba una gran salto, quizá una revolución, que no se ha dado. Y es que Nintendo había sorprendido a la industria con la Nintendo Wii anteriormente, pero su sucesora decepcionó mucho. Así que es normal que algunos ya tengamos ganas de otras consolas nuevas.
Pero, antes de pensar en lo que debería traernos el futuro de los videojuegos, repasemos en qué ha fallado esta generación, para que tengamos claro qué hay que enmendar:
Xbox One y PlayStation 4, más de lo mismo
PlayStation 4 ha sido una apuesta muy continuista respecto a su antecesora. Mando casi idéntico, juegos similares, interfaz parecida… La capacidad técnica fue aumentada de forma bastante escasa, y un año después de su lanzamiento ya se ha revelado claramente insuficiente. Hablamos de este tema hace tiempo: PlayStation 4 es poco potente porque Sony ha querido lanzar un producto con costes de fabricación bajos que le salga muy rentable. Con el hardware (no con la división) de PlayStation 3 perdió dinero durante años, pero su sucesora se ha vuelto una fuente importante de beneficios muy poco después de su lanzamiento.
Lo poco que ha aportado la nueva generación de Sony ha sido la posibilidad de subir fragmentos de jugabilidad a Internet. Sin embargo, Xbox One (que es incluso menos potente) planteaba objetivos más ambiciosos:
– Funciones multimedia: Xbox One concentraba el entretenimiento frente al televisor con servicios de vídeo, entrada para televisión y aplicaciones. No creo que este avance lo debamos tener en cuenta, porque verdaderamente no está relacionado con los videojuegos pero, en cualquier caso la idea no fue tan exitosa como se esperaba…
– Kinect: este accesorio ya estaba presenta en la anterior generación, y permite controlar tanto el sistema como los juegos con movimientos y voz. Fue una respuesta al controlador de la Nintendo Wii, y al principio tuvo cierto éxito en Xbox 360. Pero los primeros juegos de Xbox One no sacaban partido a Kinect de una forma que animase a los usuarios a gastar los 100 euros extra que costaba la consola. Así que Microsoft redujo el precio de la máquina eliminado el accesorio. Probablemente, este será el fin para Kinect.
Nintendo Wii U, poco y mal
Tras el enorme éxito de su antecesora, la nueva máquina de Nintendo quería iniciar otra revolución con un mando con pantalla táctil. Este controlador ofrecía dos ventajas clave: potenciar los juegos con una segunda pantalla (para el mapa o el inventario, que puede servir para apuntar, para resolver minijuegos) y el juego asimétrico, en el que uno de los participantes puede ver cosas que los demás no. El problema es que los títulos lanzados no aprovechan estas características debidamente… los pocos títulos que han salido, porque la sequía de juegos de calidad durante el primer año fue desoladora.
Aparte de eso, los gráficos están una generación por detrás. No se puede negar que Nintendo intentó innovar pero, hasta el momento, su última consola ha aportado poco al segmento del ocio interactivo.
Pero… ¡han tenido éxito!
A pesar de esta mirada crítica a la actual generación, tanto a Xbox One como a PlayStation 4 les va bien. Nintendo Wii U es otro tema, no acaba de despegar. Comparemos las ventas de la pasada generación y de la actual al año de aparecer las máquinas en el mercado:
Ventas | Pasada generación en su primer año | Actual generación en su primer año |
---|---|---|
Nintendo | 20,13 millones (Nintendo Wii) | 5,86 millones (Nintendo Wii U) |
Sony | 10,53 millones (PlayStation 3) | 13,5 millones (PlayStation 4) |
Microsoft | 7,6 millones (Xbox 360) | 10 millones (Xbox One) |
Vemos que, aunque Nintendo Wii U no ha hecho un buen papel, tanto frente a su antecesora como a sus competidoras actuales, el resto de compañías han sabido vender muy bien sus consolas de nueva generación consiguiendo cifras de venta nada despreciables.
¿Qué pedir a la nueva generación?
Una vez hemos visto qué es lo que nos ha decepcionado de las consolas actuales, vale la pena pensar qué es lo que podríamos esperar de sus sucesoras. Obviamente, cada uno tiene su opinión, pero yo veo algunos aspecto claves. Estos son los cinco puntos más importantes, junto con otros dos que me generan más dudas:
Mejores gráficos
Generación tras generación, los aficionados se sorprenden con los avances técnicos. Normalmente, el contrapunto lo ponen las voces que aseguran que “la jugabilidad se trata de lo importante”. En esta ocasión, sin embargo, la mayoría de los aficionados opinan que que las compañías se han quedado cortas de gráficos. Y es que para propuestas arriesgadas ya están los juegos indies, a las grandes súper producciones se les exige espectacularidad. Por ahorrar costes, ese aspecto se ha descuidado gravemente.
Los televisores 4K se están popularizando (hasta hay monitores 4K increíbles a un precio asequible), pero los juegos a esa resolución requieren mucha potencia, así que me temo que sufriremos otras decepción con las próximas consolas. De todas formas, es de suponer que tanto Sony como Microsoft se esforzarán en el tema de los gráficos para la siguiente generación.
Juego en streaming
Ya que los fabricantes no quieren invertir en hardware caro, ¿por qué no procesar los juegos en la nube y mandarlos al televisor por Internet? La consola en sí desaparecería, con un simple stick HDMI bastaría. Claro que los usuarios con malas conexiones se quedarían fuera, pero puede que a las marcas el sistema les salga rentable. La necesidad de comprar dispositivos caros cada pocos años desaparecería, y la potencia de los servidores se podría aumentar para mejorar el aspecto visual sin renovar el hardware.
Claro que los videojuegos de segunda mano desaparecerían, un serio problema. Pero, viendo el interés de Sony por el servicio PlayStation Now (que por ahora sólo hace streaming de juegos antiguos), creo que PlayStation 5 podría no ser una consola física, sino un plataforma online.
¡Oye Siri!
Los asistentes de voz están sorprendiendo en el segmento de los smartphones. Propuestas como Siri, Google Now y Cortana (propiedad de Microsoft) no sólo nos ayudan en nuestro día a día, sino que bromean y se muestran “casi” inteligentes. No, obviamente la tecnología no está lista para que tengamos profundas conversaciones con nuestra consola, pero sí que se encuentra cerca de darnos la ilusión de poder hablar con personajes creíbles, que entienden lo que les decimos.
Preguntarle a un personaje a dónde tenemos que ir en una aventura, pedirle ayuda frente a un enemigo poderoso o hacer algún chiste sencillo resulta más que posible. Sin duda, le añadiría mucha gracia a ciertos juegos, aunque el sistema funcionara de forma rudimentaria.
Consolas-accesorio
Con el mando de la Nintendo Wii U y la PS Vita como complemento de PlayStation 4 se abre un campo prometedor. Simples máquinas destinadas a jugar en el sofá sin ocupar el televisor, que dependen de otra consola… o de juegos en la nube. Además, podrían aportar cosas interesantes, como el efecto 3D sin gafas (la New Nintendo 3DS ha demostrado que el 3D puede resucitar) o la disponibilidad de una pantalla táctil.
Aunque estos dispositivos puedan seguir usándose como portátiles para títulos sencillos, yo creo que su futuro es vivir del catálogo de las consolas de sobremesa. Invertir en desarrollar juegos caros para portátiles no tiene mucho sentido cuando tienen que competir contra apps de 99 céntimos para smartphones. No, la calidad no es la misma, pero mucha gente está perdiendo el interés en las consolas portátiles debido a los móviles. Podría ser la forma de salvar estos dispositivos.
La realidad virtual
Me gustaría decir que Oculus Rift es el futuro, que lo va a cambiar todo y que me parece una idea genial. Pero, francamente, pienso que Oculus Rift, Project Morpheus y otros cascos de realidad virtual representan una moda que pasará, y en unos años sólo un pequeño nicho de jugadores les seguirá prestando atención.
Sí, puedo equivocarme por completo, pero tampoco sería la primera vez que una nueva tecnología que levanta una expectación enorme acaba en el olvido en poco tiempo. En este caso, creo que el problema es que los casos de realidad virtual aíslan demasiado al jugador, y eso provocará un efecto de rechazo. Mientras estamos frente al televisor o a una portátil podemos atender a otras cosas o compartir la experiencia con amigos, pero la dedicación absoluta que requiere este nuevo sistema me parece un grave inconveniente.
¿Control por movimiento? ¿Nuevas jugabilidades?
Muchos verán que en esta lista faltan referencias a los sistemas de control. Francamente, creo que las limitaciones de Nintendo Wii para los juegos serios y el fracaso de Nintendo Wii U demuestran que los sistemas de control alternativos puede funcionar muy bien en los juegos sociales tipo “fiesta”, pero no tanto en otros géneros. Las pantallas táctiles también han mostrado problemas para muchos estilos de juego, así que no veo futuro a las innovaciones en el control. No digo que no se deba experimentar, pero no tengo claro que eso vaya a aportar mucho.
Respecto a las nuevas jugabilidades, considero que eso es algo que depende más de las estrategias de las empresas que de la tecnología. Los grandes títulos van a seguir apostando por fórmulas seguras, y serán los indies los que experimenten. Sony y Microsoft ahora apoyan a los pequeños estudios, porque están de moda y porque permiten conseguir exclusivas jugosas con una inversión baja. Me parece positivo, pero la verdadera innovación va a seguir viniendo del PC, donde la libertad es mucho mayor.
Conclusión
En mi opinión, la industria del ocio electrónico no necesita una revolución… ¡es como decir que el cine o la literatura deberían sufrir un cambio radical! Sería bueno que llegaran nuevas ideas que hicieran que se tambaleara lo establecido, pero lo veo muy improbable, y se trataría de una moda pasajera con casi total seguridad. Lo que necesitamos es que el mundo de los videojuegos siga avanzando, de manera tranquila, pero sin pausas. No podemos permitirnos otra fallida Nintendo Wii U, pero tampoco el inmovilismo de Xbox One y PlayStation 4.
En mi opinión, hemos vivido una generación perdida. Entre el error de Nintendo con su sistema de control y la falta de ganas de arriesgar de Microsoft y Sony, poco se ha aportado al videojuego a lo largo de estos dos últimos años. Puede que no haga falta que la próxima generación cambie por completo nuestra forma de entender esta afición, pero sí que debe avanzar en estos puntos que he comentado para resultar interesante y ser digna de nuestra atención. ¡Esperemos que los fabricantes se esfuercen en los próximos años!
¿Qué opinas de este tema? ¿Cuál crees que es el futuro del entretenimiento interactivo?
La verdad, yo creo que sería muy interesante una buena mezcla entre control por voz, interacción y realidad virtual. No sé hasta qué punto es viable, pero molaría 😀
Yo, si me meto en un casco de realidad virtual, ¡igual sufro un ataque de ansiedad!
Pero seguro que hay mercado para todo Miguel 😉
Como propietario de todavía una perfecta PSX y una muy usada PS2, ninguna de las máquinas actuales me han llamado tanto la atención como lo hicieron estas.
Dark Souls 1 y 2 han sido los únicos juegos que me han causado “hype” en este generación. Los demás o han sido de pequeñas compañías o juegos que sin hacer mucho ruido han triunfado más que los grandes AAA.
IDEAS NUEVAS Y FRESCAS, y de esto se han olvidado las “grandes” compañías…
¡Nintendo ha traído ideas frescas! ¿O es que Nintendo no existe? xD
Recuerdo una época donde los videojuegos eran divertidos por el reto que implicaban y lo genial que era compartir esa diversión con los amigos en la sala, línea donde aún se mantiene Nintendo. Ahora solo veo niños mimados quejándose porque no les dan lo que ellos quieren. Desgraciadamente la industria se mueve alrededor de esos niños.
Hombre, yo creo que hay casos de todo Erik. Y creo que siempre ha habido esos casos que comentas 😉