Los fabricantes de teléfonos inteligentes nunca dejan de proponer nuevas ideas para conquistar a los consumidores, y las pantallas curvas han ido apareciendo en determinados terminales en los últimos meses. Son caras de producir, pero algunas marcas parecen tener mucha fe en ellas, no sabemos si porque les ven posibilidades, o porque han gastado mucho en desarrollarlas y ahora quieren amortizarlas. Sin embargo, los usuarios debemos plantearnos si estos paneles curvos nos aportan algo, o se tratan de una estrategia de marketing que pretende seducirnos.
Así que vamos a analizar la utilidad real que tienen las pantallas curvas en los smartphones que las han empleado hasta el momento, desde el Samsung Galaxy Round de finales del 2013 hasta el Samsung Galaxy S6 Edge que se dio a conocer ayer. Son sólo cuatro modelos en total, pero lo cierto es que han sacado partido a sus curvas de maneras muy diferentes. Echemos una ojeada a lo que nos han ofrecido Samsung y LG (ambas marcas surcoreanas) en los últimos tiempos:
Samsung Galaxy Round
Ya te hemos presentado el Samsung Galaxy Round en su momento, un smartphone bastante experimental que no llegó a España, y que destacaba por una curvatura que hacía que los bordes laterales sobresalieran ligeramente. Por lo demás, fue un modelo con unas especificaciones de lo más avanzadas en 2013, pero con un precio cercano a los 1.000 dólares.
Respecto a la utilidad real de esta peculiar pantalla, la encuentro bastante limitada. Podríamos decir que la curva hace sea más fácil llegar con los dedos a todas las zonas de la pantalla.. a los ancho, pero el grosor del terminal se vuelve mayor a efectos prácticos. Algunos usuarios encontrarán que esta forma se adapta mejor al bolsillo del pantalón o la mano (aunque el teléfono es bastante grande), pero no los considero aspectos demasiado determinantes. Podemos decir que, en realidad, este panel curvado sirve de muy poco. El hecho de que no haya aparecido un Samsung Galaxy Round 2 parece indicar que sus creadores piensan lo mismo o, como mínimo, que el original vendió bastante mal.
LG G Flex
Nosotros ya analizamos el LG G Flex hace tiempo y nos dimos cuenta de que era un terminal muy interesante, pero con carencias graves. Sin embargo, el LG Flex 2 tiene mucha mejor pinta, así que debería solucionar casi todos los problemas del original. Los dos cuentan con una pantalla curvada hacia arriba, que hace sobresalir las zonas inferior y superior. La curvatura es bastante acusada, y el terminal tiene un aspecto de lo más llamativo.
Una posible ventaja de este diseño es que su forma se adapta al rostro humano, de manera que acerca el altavoz a la oreja y el micrófono a los labios. Pero, realmente, con otros móviles de formas diferentes se puede hablar perfectamente, y tampoco es que las llamadas convencionales se usen mucho a día de hoy. Por otro lado, el diseño resulta perfecto para colocar el terminal en el bolsillo trasero de un pantalón y que se adapte a nuestra anatomía. Sobre todo porque el smartphone no sólo es curvo, sino que resulta ligeramente flexible, lo que le otorga bastante resistencia ante posibles accidentes.
Samsung Galaxy Note Edge
También hemos tenido la oportunidad de analizar el Samsung Galaxy Note Edge, y la verdad es que nos causó una buena impresión. En este caso, la pantalla es plana, pero cuenta con una doblez en el lado derecho, que se alarga un poco en diagonal. Un vuelta de tuerca a los diseños originales, pero que requiere de un software adaptado que saque partido a esta particularidad.
La idea del terminal es contar con funciones adicionales en la parte curvada de la pantalla: accesos directos, la cotización de la bolsa, un despertador, una regla de medir… En este caso, debemos reconocer que el diseño del smartphone tiene un propósito mucho más definido que el de anteriores modelos. Pero se puede discutir mucho que esta prestación se vuelva realmente útil en el día a día. Cada usuario tendrá que decidir, claro está, pero tampoco creo que nos encontremos ante la idea perfecta para sacar partido a los paneles curvos.
Samsung Galaxy S6 Edge
Ayer mismo se presentó el Samsung Galaxy S6 Edge, una variación del smartphone estrella de la firma coreana que cuenta con dos pequeñas dobleces en ambos laterales. Es decir, la pantalla es plana, y en los lados se inclina un poco en diagonal. Eso sí, el área es muy pequeña, mucho menor que la del Samsung Galaxy Note Edge. Apenas resulta visible si no nos fijamos, y no parece haber modificado mucho el diseño general del smartphone.
Respecto a la utilidad de este curva tan ligera, Samung sólo ha indicado que sirve para poder ver la pantalla brillar con el móvil boca abajo y darnos cuenta de que nos llaman. El software no dispone de ninguna optimización especial y, si quedaba alguna duda de la utilidad de esta característica, en la misma presentación se llegó a decir que serviría para impresionar a nuestros amigos. Así que, a pesar de tratarse del modelo más actual, parece que es el que menos aporta de esta recopilación.
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Por lo tanto, a la vista de los terminales que hemos repasado, está claro que la utilidad de las pantallas curvas resulta bastante limitada. En mi opinión, el panel curvo (y flexible) de los LG G Flex es el que más interesante resulta. Considerando que el modelo de segunda generación tiene un precio alto pero razonable, no veo la propuesta desencaminada del todo. Respecto a los productos de Samsung, creo que la marca va de mal en peor. Seguramente ha invertido mucho en pantallas curvas, y ahora realiza experimentos para encontrarles un uso comercial… pero parece andar muy desencaminada.
Así que está claro que un smartphone con un panel curvo sirve para presumir, pero nos va a aportar muy poco en el uso diario. Tal vez en el futuro lleguen pantallas que se puedan doblar por completo, y eso permita crear gadgets plegables. Mientras tanto, no le encuentro sentido a esta tecnología.
¿Qué opinas de este tema? ¿A ti te parecen prácticos los terminales con pantallas curvas, o consideras que no son más que un estrategia de marketing para que renovemos nuestros smartphones?