Son muchas, cada vez más, las personas que se aventuran a la compra de un dispositivo móvil procedente de Oriente, dado que son varias las marcas surgidas allí que ofrecen productos de una gran calidad, y con un precio que es altamente ajustado. Debatamos un poco el significado de éste crecimiento del mercado chino a ojos de nosotros los europeos, sus causas y lo que causa.
La comentada arriba es su política: te vendo algo muy competente, y que puede equipararse a muchos gama alta, pero al precio de un gama media-alta, porque realmente es un gama media-alta, aunque voy sobrado para desempeñar las tareas más pesadas, con la diferencia de que dejo de tener ciertos detalles o prestaciones, así como carezco –o lo poseo en menor medida– del encarecimiento del producto por el hype que tenga la marca de cara al público –véase Apple o Samsung, por ir a lo fácil–.
Por eso, marcas como Xiaomi, Meizu, Oppo, o incluso OnePlus, han conseguido hacerse un hueco importante en el mundo de los smartphones hasta el punto de que la compra de estos dispositivos llega a sustituir a la de gamas altas de marcas tradicionales. Y claro, esto ha tenido sus consecuencias. Consecuencias como que ciertas marcas hayan visto “necesaria” la inclusión de nuevas tecnologías en el mercado o hacer cosas nuevas, como Samsung y el rediseño del S6 después de tres generaciones de buques insignia con prácticamente el mismo diseño y plástico como material de construcción, o la inclusión de los 14nm en sus procesadores y tener los de 10nm en camino para diferenciarse del resto. Otros, sin embargo, siguen haciendo lo mismo, pero también es cierto que son marcas con más divisiones además de la móvil, luego hasta cierto punto se dejan ir ya que no depende enteramente de eso la existencia o no de la empresa.
¿Qué significa esto para el consumidor?
Este punto es muy interesante, ya que vamos a analizar un poco qué supone esto para nosotros. Sencillamente, es algo bueno. Algo muy bueno de hecho. Si nos paramos a pensarlo un poco detenidamente, el hecho de que haya marcas que estén surgiendo de la nada y estén apretándole las tuercas a las grandes solo trae consecuencias buenas para nosotros los consumidores. Si las marcas grandes se ven presionadas se verán obligadas a mejorar sus productos –las consecuencias de las que hablábamos arriba–, a desarrollar sus tecnologías y, en definitiva, a darnos un mejor servicio a nosotros, los clientes, que a la larga –o casi que ya– tendremos un mayor surtido en el que elegir, todo ello en un mercado más competente y de mayor calidad.
Por otra parte, no solo han cogido fuerza las marcas que han surgido nuevas, sino también las que ya existían con la misma procedencia pero no tenían ni por asomo la cuota de mercado que tienen ahora. Es el caso de Huawei o Xiaomi, por ejemplo. Aún recuerdo aquel Huawei G6620, que era el tipo de teléfonos que hacían, y ni punto de comparación cuando pienso en el P8 presentado éste año, por ejemplo, o los phablet de la gama Mate que tan buena aceptación están teniendo. Tanto es esto así, que la propia Google les ha dado la oportunidad de hacer realidad el próximo Google Nexus, con todo lo que eso implica.
En conclusión, el mercado de teléfonos está cambiando y mucho, entran muy buenos gama media, chinos y no chinos; muy buenos gama bajas, también chinos y no chinos, y los gama alta son más gama alta que nunca, dado que los fabricantes se ven obligados a realizar verdaderas innovaciones para no dejarse pisar por los demás. Éste tema da para largo, pero por hoy se quedará aquí. Eso sí, os recordamos que podéis dejar en los comentarios qué opináis al respecto.