El HDMI es un tipo de conector digital que llegó con las pantallas de alta definición, y que sirve para transmitir tanto la imagen como el sonido. Aunque puede hacer de nexo entre un ordenador y un monitor, realmente se utiliza más en televisores. Y, a día de hoy, a una tele se conectan dos tipos fundamentales de dispositivos: consolas de videojuegos y reproductores de medios como el Chromecast de Google o el Apple TV, aparte de los set-top-boxes de las plataformas de televisión de pago. Sin embargo, lo cierto es el estándar HDMI se ha quedado un poco en el pasado, y necesita retoques que lo pongan al día.
El HDMI se introdujo en el 2003, y desde entonces sus mejoras han estado centradas en su función principal de transmitir sonido e imagen. Se ha incluido capacidad para vídeo de más resolución y con una tasa de fotogramas superior, además de audio de mayor calidad. Todas los demás avances (que los hubo) han quedado en segundo plano. Y lo cierto es que vamos a ver que el HDMI necesita dar un empujón a la experiencia que ofrece a los usuarios, propia de la década de los 90. Así que vamos a analizar algunas ideas para que mejore:
¿Qué le podemos pedir al HDMI del futuro?
Lo cierto es que la posibilidad de transmitir vídeo y sonido del HDMI no debería tratarse de su única prestación. Una capacidad necesaria sería permitir la interacción entre los televisores y los dispositivos conectados. Por ejemplo, que al encender tu PlayStation o Chromecast la pantalla se active al mismo tiempo, o que cambie al canal apropiado si está ya está encendida. También sería genial poder apagar el televisor cuando acabemos de usar nuestro aparato HDMI, y controlar el volumen desde la consola o reproductor de vídeo, de forma que no necesitemos usar el mando del televisor y nos llegue con el que trae el dispositivo. ¡Un lío menos de mandos!
Otro tema interesante sería reducir la jungla de cables que tenemos detrás del televisor. Para ello existirían dos posibilidades: que el propio televisor proporcione alimentación a los dispositivos por HDMI (eliminando su cable de corriente) y que el HDMI sirva para transmitir el acceso a Internet como si fuera un cable Ethernet. Todas estas posibilidades pueden sonar un poco atrevidas, pero lo cierto es que técnicamente resultan posibles, así que vamos a analizar cómo se pueden implementar.
El desastre de HDMI-CEC
En realidad ya existe un estándar que permite apagar, cambiar de canal y encender un televisor por medio de un dispositivo enchufado a él, pero se trata de un verdadero desastre. Aparte de ser poco conocido, HDMI-CEC tiene un nombre distinto en cada fabricante de televisores, y su soporte varía bastante entre las distintas marcas, lo que genera problemas. Y es que cada televisor acepta comandos diferentes, casi nunca todos ellos, y no suelen venir activados por defecto. HDMI-CEC no permite subir y bajar el volumen de un televisor desde una consola o reproductor, pero sí en un equipo de audio externo, por lo que que no sería difícil modificar su funcionamiento.
Un curioso ejemplo del desastre de HDMI-CEC lo tenemos en las PlayStation. En general que se encienda el televisor con la consola es fácil, pero que cambie de canal ya no funciona con todas las marcas, y menos aún el apagado simultáneo. Obviamente, resulta imperativa una revisión de HDMI-CEC: no sólo hace falta soporte completo de control de volumen, sino obligar a que las marcas acepten todos los comandos y a que vengan activados por defecto. Por otro lado, estaría muy bien un nuevo nombre más atractivo, que sea común a todos los fabricantes.
Corriente e Internet por HDMI
Transmitir corriente por HDMI me parecería cómodo en el caso de una consola, porque ahorraría un cable. Pero lo cierto es que resulta casi imprescindible en el caso de sticks HDMI como el Chromechast que se conectan al puerto HDMI directamente. Por ahora no se ha sabido nada de electricidad en el estándar HDMI, pero una variante llamada MHL ya ofrece hasta 40 vatios. El nuevo conector USB Type-C soportará hasta 100 vatios, así que enviar corriente y datos por el mismo cable se trata de una tendencia en alza. Los dispositivos de bajo consumo no suponen un reto, pero no está claro si alimentar una consola de juegos o un ordenador de salón por HDMI no elevará demasiado los costes a la hora de fabricar el televisor.
Respecto a la posibilidad de usar un cable HDMI para transmitir datos, ya está disponible mediante el estándar HDMI HEC. Lo cierto es que la idea puede ahorrar cables, haciendo que el televisor reciba una señal Wi-Fi y la envíe al dispositivo, o viceversa. Pero surge otra posibilidad muy interesante: muchos set-top-boxes que instalan las plataformas de televisión de pago traen acceso a Internet incluido.
Dado que tenemos que cablear hasta nuestro televisor, lo ideal sería repartir ese acceso a Internet usando el HDMI que va del sept-top-box al televisor y el que va del televisor a la consola o reproductor. Nos ahorramos cables y la pérdida de señal del Wi-Fi, todo ventajas. Así que necesitamos que el HDMI HEC se vuelva popular, porque a día de hoy muchos dispositivos no lo incluyen.
Se debe mejorar la experiencia de usuario
Al final, se trata de que el formato HDMI mejore la experiencia del usuario, no sólo la calidad de imagen y sonido. El problema es que los fabricantes de televisores suelen querer que disfrutemos al máximo de los servicios que incluyen en sus smart TV. Y los dispositivos conectados por HDMI más populares pertenecen a terceras marcas, por lo que trabajar en este tema podría percibirse como una forma de ayudar a sus rivales.
Lo ideal sería que un smart TV nos ofreciera todo lo que necesitáramos sin tener que conectarle nada, pero eso parece difícil mientras no mejoren mucho sus sistemas operativos. Y poder añadir aparatos nuevos representa una solución para renovar las capacidades de un televisor sin tener que sustituirlo. Así que el HDMI va a seguir resultando necesario en los próximos años y, como hemos podido comprobar en este análisis, son muchas las mejoras imprescindibles. Se tratan de cosas sencillas de hacer, pero muy interesantes, así que sólo podemos que el sector se esfuerce por elevar sus estándares.
¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que estos avances en el HDMI podrían mejorar mucho tu disfrute de los contenidos audiovisuales, o eres de los que no le molesta tener un lío de cables y mandos de distintos tipos en la sala de estar?