Tiendas de aplicaciones, el problema de la libertad y de las comisiones abusivas

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Apps gratis

Las tiendas de aplicaciones han sido un gran invento, que ha permitido facilitar la distribución de software, lo ha vuelto más asequible y ha facilitado a muchas pequeñas empresas competir en igualdad de condiciones contra los gigantes del sector. Cada sistema operativo tiene su propia tienda, de la que se encarga su creador, y que defiende de cualquier competencia forma agresiva, como ha hecho Google en el pasado. Y, aunque estas tiendas representan una gran idea, llevan suficiente tiempo con nosotros para darnos cuenta de que se pueden mejorar.

A día de hoy, las tiendas de apps sufren dos problemas principales. Les falta libertad, por culpa del enorme control de sus responsables. Por otro lado, se han transformado en la fuente principal de software de sus plataformas, casi un monopolio que impone comisiones abusivas. Así que vamos a analizar los problemas actuales de estos sistemas, y luego veremos alguna posible solución. Comienza nuestro viaje al mundo de las app store:

¿Soy dueño de mi dispositivo?

El primer dilema que se plantea es si uno no debería tener derecho a instalar lo que desee en su teléfono o tableta. En Android esto resulta perfectamente posible, la tienda oficial pone limites estrictos, pero existe la opción de instalar apps externas. En Windows 10, también podemos hacerlo en ordenadores, pero en smartphones quizá sea complicado, por lo que se sabe a día de hoy. Y en iOS el asunto se pone bastante más difícil para el usuario medio.

Anuncio en un iPhone

Respecto a este tema ya han corrido ríos de tinta, pero vale la pena reflexionar sobre él antes de hablar de las peliagudas comisiones. En las tiendas de apps no sólo se prohíben los contenidos ilegales, sino que el filtro se ha vuelto mucho más arbitrario: no se admiten contenidos para adultos o demasiado violentos y tampoco muchas herramientas legítimas en caso de que se puedan usar con fines dudosos (como un cliente de BitTorrent). A veces, también se ponen límites a apps que van contra los intereses de los dueños de la tienda.

Desde luego, deberíamos pensar si el control que Apple tiene sobre nuestros iPhone no se ha vuelto excesivo.

Un 30% es demasiado

Un problema también grave lo encontramos en la práctica de que los dueños de las tiendas cobren una comisión del 30% del precio de cada transacción. Puede suponer una cifra ajustada frente a tratar con una tienda física, pero lo cierto es que un 30% por el trabajo que se realiza en estos casos me parece excesivo. Montar una tienda virtual, pagar servidores y ancho de banda, controlar las apps… sí, eso tiene unos costes, pero un 30% se trata de un cantidad absurda.

Sobre todo porque ese 30% que se saca de la tienda no representa más que un extra. Por ejemplo: en la plataforma de videojuegos digital Steam el 30% es lo que permite que funcione, y de lo que vive la empresa responsable. Sin embargo, marcas como Apple, Google o Microsoft ganan muchísimo dinero por otras vías. Ese 30% se trata de una muestra de su codicia, porque lo cierto es que el iPhone, Android y Windows no necesitan las comisiones de una tienda de apps para sobrevivir, económicamente hablando.

Tienda Windows

El problema es que las tiendas de apps se han transformado en un monopolio. Si eres un desarrollador, no te queda otro remedio que aceptar las condiciones de Google y Apple para estar en sus plataformas. No puedes negociar, ni tienes la posibilidad de buscar otra forma de llegar a esos consumidores (especialmente en iOS). O aceptas las condiciones de las tiendas de aplicaciones, o te quedas fuera del mercado. Estamos ante un caso de falta de competencia y, en estas situaciones, las autoridades han de intervenir.

La ley debe actuar

El libre mercado no es perfecto, a veces genera situaciones que perjudican a los consumidores y enriquecen excesivamente a las empresas. En estas circunstancias, son necesarias medidas extraordinarias. A día de hoy, tengo claro que hay que hacer algo para resolver el problema de la libertad y las comisiones en las tiendas de aplicaciones. Y no queda otro remedio que hacerlo con la ley en la mano, porque resulta evidente que Apple, Microsoft y Google no quieren renunciar a sus privilegios actuales.

Así que hay que legislar respecto a las tiendas de aplicaciones. No digo que se resulte necesario obligar a que se puedan instalar aplicaciones de cualquier fuente, eso sería bueno, pero tampoco creo que debiéramos llegar tan lejos. Pero al menos ha de existir la obligación de permitir instalar tiendas de apps competidoras, al estilo de la conocida Amazon AppStore para Android. Tiendas legales claro, no repositorios piratas. De esta forma, los consumidores tendríamos acceso a mayor variedad de apps, ya que las tiendas competidoras podrían ofrecer contenidos “polémicos”, siempre que no fueran claramente en contra de la ley. El problema de la libertad quedaría solucionado.

Por otro lado, estas tiendas competirían en precios, así que es probable que bajaran las comisiones. O bien reducirían el porcentaje que cobran a los desarrolladores para atraerlos, o bien disminuirían el precio final. En cualquier caso, supondría más competitividad.

Una manzana con monedas en su interior

Está claro que las tiendas de aplicaciones representaron una mejora muy grande, que disminuyeron los precios del software y facilitaron su distribución. Pero de eso hace ya muchos años, y hay que seguir avanzando. Las tiendas de aplicaciones son un negocio millonario para las multinacionales tecnológicas (aunque pequeño respecto a su tamaño global), que se aprovecha de los pequeños desarrolladores, el eslabón más débil. Por supuesto que los emprendedores se han beneficiado de la aparición de estas alternativas, pero ahora es el momento de que obtengan una beneficio más justo por su trabajo.

Así que creo que la solución al problema de la libertad en las apps y de las comisiones abusivas consiste en permitir tiendas de aplicaciones alternativas. Al igual que en su día Microsoft se vio obligada a ofrecer navegadores de terceros con Windows, creo que Apple y Google deberían tener que hacer lo mismo con las tiendas de iOS y Android. Al final, todos saldríamos ganando.

¿Qué opinas de este tema? ¿Crees que es hora de actuar contra las tiendas de aplicaciones, o piensas que debemos dejar que el mercado se regule por sí mismo?

Archivado en Smartphones, Tiendas de aplicaciones
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