Cuando compramos un videojuego, que suele tratarse de un producto caro, exigimos calidad y muchas horas de entretenimiento. Pero un juego no es como un coche o un móvil, que se pueden valorar de acuerdo a una hoja de especificaciones. Tiene un componente artístico importante, y eso supone que a veces se realicen decisiones jugables o técnicas que generan polémica. Una de ellas es dejar de lado el modo historia, y ofrecer como única opción para un solo jugador la posibilidad de enfrentarse a personajes controlados por la máquina. Es decir, un falso modo online.
Algunos usuarios se quejan de que esta medida se toma para reducir los costes de desarrollo y aumentar la rentabilidad de un título. Consideran inaceptable que un juego actual no ofrezca un modo para un jugador (aunque sea pequeño) que nos cuente un historia y sirve de introducción al online. Sin embargo, muchas editoras están dejando de lado esa posibilidad, así que vamos a analizar el delicado tema de los videojuegos sin campaña para un jugador.
Existen antecedentes
Si pensamos en títulos sin modo historia, nos viene a la mente sobre todo el género de los disparos en primer persona. Ahora mismo dos grandes juegos apuestan por esta fórmula: Star Wars Battlefront y Call of Duty: Black Ops III en PlayStation 3 y Xbox 360. Pero sólo hay que echar un poco la vista atrás para recordar ejemplos como Titanfall o clásicos como Left 4 Dead. Lo cierto es que prescindir de la campaña no resulta algo novedoso, y en ciertos géneros forma parte de su forma de ser, así que no se puede criticar en absoluto.
Por ejemplo, en el mundo multijugador online masivo del World of Warcraft sí que existe el concepto de seguir un argumento, pero no el de jugar fuera de Internet. En los títulos de e-sports no importa para nada la campaña, y nadie quiere una historia en League of Legends o DOTA 2. Así que podemos ver el tema como una simple evolución, en la que algunos géneros han acabado por deshacerse de un modo historia que a los jugadores no les importa en absoluto. Tampoco creo que nadie se queje de que el World of Warcraft no se pueda disfrutar en solitario.
También hay juegos sin modo online
Quizá el debate habría que plantearlo de otra forma. ¿Por qué hay títulos con un modo historia, pero que no tienen multijugador, ni online ni local? Los creadores de este tipo de propuestas también son criticados, y casi siempre contestan lo mismo: que el estilo de su juego no resultado adecuado para el multijugador, que han querido dedicar todos los recursos a elaborar una buena campaña o que, sencillamente, no tenían ni tiempo ni ideas para añadir ese modo, y no querían ofrecerlo si la calidad no estaba a la altura.
A mí, personalmente, me parece una gran decisión. ¿Para qué un modo online en una aventura narrativa como Bioshock Infinite? No creo que nadie quisiera que The Witcher III: Wild Hunt trajera menos contenido para incluir multijugador. Del mismo modo que es respetable que algunos creadores pretendan concentrarse en ofrecer una historia trabajada, es normal que otro decidan dedicar sus esfuerzos a los modos online. Puede parecer contradictorio, pero creo que en estos casos salimos ganando todos.
Juegos diferentes para jugadores diferentes
Al final, lo que hemos conseguido es que la oferta de juegos se diversifique, y que determinados títulos opten por especializarse bien en la historia o bien en el online. Muchos otros siguen apostando por los dos modos, pero ya no resulta infrecuente obviar una de estas opciones cuando se va a añadir por compromiso. Eso es bueno para los creadores, que siguen su visión, y también para los jugadores que tengan claro lo que van a encontrar. Pero lo más importante es se trata de un síntoma del buen estado de salud de la industria del ocio electrónico.
Y es que el hecho de que haya juegos tan distintos, cada uno con señas de identidad propias y con unos valores de producción altos, demuestra que son muchos los aficionados a los juegos dispuestos a gastar dinero en el sector. A día de hoy en el mercado existen opciones para todos los públicos porque incluso los nichos pequeños son grandes. Se pueden realizar producciones centradas en el multijugador o en el modo historia sencillamente porque hay suficientes usuarios interesados en estos dos estilos que adquieren los títulos. Desde luego, visto desde ese punto de vista, se trata de algo positivo.
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Así que, en base a nuestro análisis, podemos concluir que no es malo que existan juegos que no ofrezcan campaña, igual que tampoco lo es que otros no traigan multijugador. Se tratan de productos que han decidido especializarse para ofrecer una gran experiencia en un aspecto, y dejan de lado aquello en lo que creen que no van a poder destacar. Todos hemos criticado multijugadores añadidos a toda prisa, que no valían la pena para nada. Y en determinados títulos la historia principal no es más que un prólogo de 5 horas al modo online, en el que está el verdadero interés. La verdad, yo prefiero un producto menos completo, y que realmente destaque en su faceta clave.
¿Qué opinas tú de este tema? ¿Crees que las campañas de los juegos se eliminan sencillamente para ahorrar dinero en el desarrollo, o piensas que más bien se trata de una forma de optimizar los recursos para mejorar el resultado final del juego?