A la mayoría de gente le gusta compartir las fotografías de sus viajes entre sus personas conocidas y en las redes sociales. No es nada raro entrar a Instagram cualquier día de agosto y ver como nuestros amigos han colgado la foto de la excursión del día o de los monumentos que han visitado. Además de eso, también veremos fotos de aeropuertos y amigos compartiendo sus pases de embarque, ya sea mediante una captura de pantalla del móvil o de los billetes impresos.
Aunque parezca un movimiento inocente, lo cierto es que enseñar nuestros billetes de avión es de las cosas más peligrosas que podemos hacer. Nuestros compañeros de trabajo nos tendrán envidia, pero eso es lo de menos, ya que cualquier persona con un poco de picardía puede robarnos una gran cantidad de información personal por culpa de los códigos que hay impresos en el billete. De hecho, si en Instagram buscamos el hashtag boardingpass, podremos ver centenares de fotos compartidas
Los códigos QR y la información personal
Si tomamos una captura de pantalla y la subimos a una página web que descifre códigos de barras, podemos descubrir información importante sobre la persona que está viajando en ese momento. Algunos datos que se pueden encontrar son el nombre, el número de pasajero y claves personales de reserva por Internet del vuelo. Utilizando esta información, cualquier persona es capaz de acceder a la cuenta personal del viajero y encontrar futuros vuelos, con el riesgo añadido de poder cambiar información clave de ellos.
De esta manera, cualquier persona que haga esto puede cancelar los otros vuelos que tengamos pendientes, además de descubrir nuestro número de tarjeta de crédito. Gracias a esto, nos pueden robar de una manera tan fácil, que es hasta absurdo. Es por ello que si queremos compartir nuestros detalles de viaje con los seguidores, deberíamos plantearnos tapar el código de barras, o bien optar por no subir una fotografía de nuestro billete. Además, también es una buena idea utilizar una máquina trituradora de papel antes de lanzar nuestro billete a la basura.
No obstante, compartir información de nuestro viaje también puede ser perjudicial, y alguien que esté atento a nuestras redes sociales, puede percatarse de que no hay nadie en nuestra casa y así aprovechar para entrar a robar sin que nadie se de cuenta. Tenemos que ser muy cuidadosos con lo que compartimos y asegurarnos que no va a parar a manos de personas que quieran hacernos daño.
En la actualidad, toda protección es poca
Acabamos de ver como con un gesto tan inocente como compartir una foto del billete de embarque por las redes sociales puede resultar en una gran pérdida. Sin embargo, a veces lo que más importa es aquello que no hacemos. Cuando viajamos, es recomendable tener copias de todos nuestros documentos personales por si nos roban, ya que aunque intentemos estar alerta de todo durante todo el tiempo, lo más seguro es que en algún momento de distracción alguien aproveche para robarnos.
Y no solo cuando estamos viajando, ya que también al navegar por Internet somos vulnerables a todo. Nuestros sentidos nos engañan muchas veces, y las tácticas que la gente utiliza para robar son cada vez más complicadas de descifrar. Cuanto menos confiemos en la gente de Internet, más seguros estaremos, pero aún así debemos intentar maximizar toda precaución y no publicar fotografías ni estados en redes sociales que puedan volverse contra nosotros.
¿Qué piensas de este tema? ¿Eres de los que publica todos sus pasos en los viajes o prefieres ser más discreto en este ámbito?