Las aplicaciones de mensajería instantánea, con WhatsApp a la cabeza, revolucionaron a su llegada la forma en la que nos comunicábamos. No tardaron mucho en extenderse y estar presentes en cada uno de nuestros smartphones.
Ahora, tras unos años y en un periodo en el que se comienza a investigar a los grandes de internet, parece que las operadoras de telecomunicaciones españolas han encontrado una forma de coger un trozo del pastel. Sólo tenían que fijarse en sus vecinas italianas.
Italia quiere una contribución
La organización reguladora italiana Agcom ha propuesto establecer una serie de medidas para que los responsables de estas grandes aplicaciones contribuyan al sistema.
Agcom –así se llama la organización– ha argumentado que esas contribuciones, ayudarían amortizar el gran gasto que realizaron las ’telecos’ para la construcción y establecimiento de las redes de telecomunicaciones.
Además, todas estas aplicaciones usan los números de teléfono de los usuarios que no debemos olvidar, pertenecen a las operadoras.
Básicamente se trataría de regular y negociar alguna clase de pago por parte de las ya mencionadas empresas para que estas puedan así seguir usando las redes que proveen las operadoras. Además se plantea también la posibilidad de revisar las leyes que aseguran la privacidad de los usuarios.
El comunicado lanzado por la reguladora italiana establece además algunas cuestiones. ¿Deberán los proveedores de aplicaciones sociales remunerar a los titulares de las infraestructuras y los dueños de la numeración móvil por el uso de los recursos? ¿Puede considerarse a estos servicios de mensajería como competidores de las tradicionales operadoras?
El organismo italiano ya ha advertido a WhatsApp, Viber, Telegram y a los servicios propios de Apple y Google como FaceTime y Hangouts. No quiere que ninguno se quede sin realizar la tan valiosa aportación.
En el caso de España
Cabe decir que este es únicamente el caso en el país italiano. Sin embargo, parece ser que las operadoras españolas no quieren quedarse atrás y podrían trasladar ese tipo de medidas a nuestro país.
Empresas como Orange, Vodafone y Movistar ya han dado un paso adelante y han pedido una regulación de este mercado a nivel europeo, para así garantizar la equidad y el respeto de los acuerdos.
No se sabe que podrá pasar en un futuro, pero lo que sí podemos imaginar es que esta clase de medidas no resultarán bien acogidas por estos gigantes de la mensajería.