Cualquiera diría que vivir en una granja cerca de Potwin, en el estado de Kansas, prácticamente en el centro de Estados Unidos es de lo más tranquilo que puede haber. Pero nada más lejos de la realidad y sino que se lo digan a James y Theresa Arnold, dos ancianos que albergaban en su casa más de 600 millones de direcciones IP.
Obviamente, ellos no han tenido nada ver en semejante suceso, sino que ha sido la compañía MaxMind la que eligió esta posición como punto predeterminado para las direcciones IP que no pudieran precisarse con más detalle dentro del territorio norteamericano, un lugar en el que los Arnold viven de alquiler desde 2011.
Más de 600 millones de direcciones IP en su casa
Como es de suponer, todo este vaivén de direcciones IP- infierno digital tal y como lo definen los Arnold- ha traído una infinidad de problemas a esta pareja de ancianos. A saber, han sido durante años una fuente inagotable de spammers, de estafadores online e incluso de investigaciones policiales.
Aunque ni mucho menos han sido los únicos problemas que la decisión de MaxMind ha llevado hasta la residencia de los Arnold, y es que, también se han visto envueltos en casos de pornografía o de investigaciones por fraude informático. Alguno que otro bastante sonado en todo el territorio estadounidense.
Reclaman una indemnización
Así las cosas y después de haber sido confundidos con spammers, pederastas o estafadores, este matrimonio de ancianos ha pedido que subsane este error cuanto antes y han demandado a MaxMind por mantener una “conducta imprudente y negligente” que les ha causado “una gran angustia emocional, temor por su seguridad y humillación pública”.
Como es lógico, exigen cuanto antes el cambio de todas las direcciones IP a otra situación y además el pago de 75.000 dólares en concepto de indemnización. Desde aquí, estaremos atentos para ver como se resuelve finalmente esta grotesca situación.
Imagen: TicBeat
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