Seguro que durante las últimas semanas has leído o escuchado algo relacionado con Samsung. La compañía surcoreana se mantiene en el centro de la polémica desde hace un tiempo debido a un problema que se ha prorrogado por la falta de decisiones correctas por su parte. Las explosiones de varios Galaxy Note 7 en distintas zonas del mundo llevaron a Samsung a anunciar el final de la producción de dicho modelo. ¿Pero actuó a tiempo?
Los casos de incendio de los Galaxy Note 7 fueron retransmitidos por los medios de comunicación más importantes, aumentando su repercusión. Esto provocó que algunas empresas decidieran dejar de trabajar con Samsung debido al riesgo que conllevaba su modelo. Por ejemplo, Oculus lanzó una actualización de última hora con el fin de retirar el soporte de Gear VR para los Galaxy Note 7.
El diario Wall Street Journal ha tenido acceso a una información que muestra cómo fue la toma de decisiones entre los ejecutivos de Samsung. Tras conocerse los casos de explosiones, los directivos se dividieron según sus opiniones: algunos pensaban que la situación no era peligrosa para Samsung mientras que otros afirmaban que la firma debía solucionarla de inmediato.
Como se ha comprobado con el paso de los días, Samsung no actuó a tiempo y cuando puso en marcha su protocolo de actuación ya había perdido miles de millones de dólares en lo que respecta al Galaxy Note 7. D. J. Koh y Lee Jae-Yong, entre otros directivos, decidieron que las baterías de los terminales eran la causa de las explosiones y dieron luz verde al reemplazo de los dispositivos, sin esperar a tener una prueba exacta del origen del problema.
Parecía que el reemplazo de los Galaxy Note 7 era la solución, pero nada más lejos de la realidad. Los nuevos terminales en el mercado siguieron protagonizando incendios y varias operadoras móviles, como Verizon, tuvieron que presionar a Samsung para que retirara finalmente el producto del mercado y diera por finalizada su producción. ¿Por qué esperó Samsung a ser presionada por otras compañías antes de tomar la decisión que tanto necesitaba para no acabar con su prestigio?
El final de la producción no significó el final de la polémica. Samsung se comprometió a cambiar los Galaxy Note 7 de los usuarios por otros modelos. Sin embargo, esto no se ha cumplido exactamente y algunos clientes reclaman que la compañía no responde ante las peticiones de devolución. Por último hemos conocido, según Sammobile, que el programa de devolución permitirá a los usuarios obtener de forma gratuita el Galaxy S8 en el que ya se encuentra trabajando Samsung y que llegará al mercado el próximo año.
La actuación de la compañía se resume en un conjunto de decisiones tomadas muy tarde y que encima no se han aplicado de forma correcta en la práctica. ¿Conseguirá Samsung con esta nueva decisión recuperar la buena imagen que ha perdido?
