Según la oficina de investigación americana Gartner, de aquí a 2020 tendremos 20,8 millones de objetos conectados a internet. Y más allá de las posibles ventajas en nuestro día a día, estos avances tecnológicos también conllevan un riesgo en el manejo de nuestros datos personales. ¿Dónde queda nuestra privacidad?
Los objetos conectados a internet nos facilitan nuestras tareas diarias: podemos bajar y subir las persianas, consultar el correo electrónico, desplazarnos por una ciudad desconocida con relativa facilidad… Sin embargo, estos datos que emplean nuestros dispositivos para ayudarnos en nuestro día a día son muy vulnerables.
Hemos de tener muy en cuenta que el confort que nos ofrecen estos objetos conectados no debe ir ligado a un detrimento de la protección de nuestra vida privada. Porque puede haber personas malintencionadas que se interesen por nuestros datos privados. Entonces, ¿cuáles son las claves para mejorar la seguridad de nuestros datos?
Claves de seguridad para los objetos conectados
Este sistema conlleva tiempo, y consiste en cifrar integralmente la transacción de información entre el objeto conectado y su terminal (ya sea un ordenador, un móvil o una tablet), con el objetivo de dificultar el hackeo del sistema. Algunos coches conectados ya disponen de este nuevo procedimiento de seguridad. Pero, ¿qué pasa con el resto de objetos?
Forzar a los desarrolladores de productos conectados a aumentar la seguridad
¿Y cómo podemos hacerlo? Desarrollando una responsabilidad jurídica, algo difícil aunque no imposible, para que sean las propias empresas y desarrolladores de gadgets los que se encarguen de la seguridad de sus productos.
Actualmente, no existe una jurisdicción clara. Continuamos pensando que los objetos conectados son simple gadgets. Así, se debe crear en conjunto,mano a mano entre consumidores y desarrolladores de productos conectados, para conseguir algo que beneficie al conjunto de la sociedad.
Recomendaciones del CNIL
Según la CNIL, Comisión Nacional de la Informática y de las Libertades francesas, podemos seguir una serie de recomendaciones para mejorar nuestra seguridad:
Utilizar una contraseña en la pantalla de desbloqueo del móvil, o tablet, utilizado para estar en contacto con el objeto conectado a internet.
Vigilar aspectos sensibles que hagan referencia a nuestra vida privada.
Evitar almacenar datos privados importantes y desactivar la posibilidad de compartirlos en las redes sociales.
Asegurarse de la posibilidad de acceder a los datos personales y suprimirlos.
Eliminar los datos de aquellos servicios que ya no empleamos.
Tener cuidado a la hora de crearse una cuenta en línea.
Fuente: Objets connectés, l’impossible sécurité ? (Mashable France)
¿Dónde está el límite entre el confort y la privacidad? No olvides dejar tu comentario.
