A todos nos ha pasado. Se acerca el invierno y llegan esas fechas en las que aún no tenemos muy claro hasta cuándo seguir con la manga corta y cuando ponernos la sudadera. O hacemos algo de deporte y nos confiamos, se nos enfría el sudor y listo, al día siguiente tenemos un catarro de tres pares de narices.
Esto es algo que si bien en la mayor parte del mundo, por suerte, no nos va a costar más que unos días de constipado, pañuelos, y algún que otro medicamento, sí hay veces en las que nos puede coincidir con la fecha de algún que otro evento importante como exámenes, reuniones de trabajo o fiestas señaladas. Y nos quedamos sin poder hacer nada de eso.
Lo ideal para que este tipo de situaciones no nos condicionase en ningún momento sería que en ningún momento llegase a producirse la infección de este virus, ¿verdad? Pues bien, un científico austríaco ha registrado la primera patente que va en el camino de conseguir algo así, según leemos en Independent.
El resfriado común podría tocar su fin
Hablamos de Rudolf Valenta, un alergólogo de la Universidad de Viena, que aunque si bien es cierto que no garantiza al 100% que tengamos una solución funcional, pero desde luego es un primer acercamiento que anda con muy buen pie. El objetivo de Valenta y sus colegas de investigación es cambiar la forma de reacción de nuestro sistema inmunológico contra el virus del resfriado, el rinovirus humano. La idea es que nuestro sistema ataque a la capa exterior del virus, y no a su núcleo como nuestros anticuerpos suele hacer.
Esto se debe a que la parte realmente preocupante es la cáscara exterior del virus, que ya se ha desprendido para cuando nuestro cuerpo comienza a lanzar las defensas contra el núcleo. Esto es doblemente erróneo, ya que no solo tardamos más en erradicarlo si no que se propicia la mutación del virus.
El objetivo pues será diseñar una vacuna que reoriente los anticuerpos de nuestro sistema hacia la capa exterior, y se centre en erradicarla. Aunque se preveen de seis a ocho de investigación antes de tener una vacuna real comercializable, el proyecto está ahí, aunque no deje de ser un objetivo difícil de alcanzar. Le seguiremos la pista, aunque de momento solo nos queda seguir haciendo uso de los pañuelos de vez en cuando.