La seguridad es uno de los aspectos más importantes a la hora de usar una red social. WhatsApp se ha consolidado como una de las herramientas más utilizadas aunque su funcionamiento queda muy lejos de ser seguro. Muchos recomendaban a principios de 2016 que nos pasáramos a Telegram incluso, aunque WhatsApp se puso las pilas y se blindó con un nuevo sistema de seguridad, incluso puso en marcha la identificación en dos pasos.
Los usuarios ya podían sentirse más seguros con estas medidas que, dicho sea de paso, WhatsApp tenía que haber instalado mucho tiempo antes. La protección de esta red social ha protagonizado otra polémica hoy por culpa de una información aparentemente errónea del diario The Guardian. El medio acusaba a WhatsApp de tener un grave error de seguridad que permitía a diferentes portales acceder a los mensajes cifrados de todos los usuarios.
Desde The Guardian defendían que el fallo se encontraba en el protocolo de codificación de extremo a extremo que WhatsApp había introducido en abril. Este supuesto error suponía una grave amenaza para los datos personales de los más de mil millones de usuarios con los que cuenta la red social en la actualidad. El diario advertía incluso que esta puerta abierta a los datos podría ser utilizada incluso por las agencias de inteligencia.
Todas las preocupaciones se han quedado en nada cuando hemos conocido que este supuesto error forma parte del propio diseño de WhatsApp. Así lo afirma el experto investigador de seguridad Alec Muffett a Gizmodo, aclarando que ”no es un error, está funcionando tal y como está diseñado”. De esta forma, no se trata de una puerta trasera sino de una característica propia del sistema de cifrado de la aplicación.
“Hay una función en WhatsApp que -cuando cambias de teléfono, compras uno nuevo, restableces los datos de fábrica- y después instalas WhatsApp y continúas con una conversación, hace que las claves de cifrado se vuelvan a negociar para adaptarse al nuevo teléfono”, explica detalladamente Muffett a Gizmodo. Así, parece que todo se ha quedado en un susto y podemos seguir confiando en la seguridad que WhatsApp nos aporta.