El logo es fuente de una de las primeras impresiones que toma un consumidor sobre una empresa. A pesar de lo trivial que pueda parecer, se trata de una carta de presentación cuya influencia puede ir más allá de lo que imaginamos. Por esto, es esencial para una compañía contar con un buen logo, que exprese exactamente el mensaje que quieren transmitir.
Las grandes empresas no dejan nada al azar, y existen algunos aspectos que pueden tener en cuenta para escoger el logo más adecuado. La psicología juega un papel muy importante en estos casos, concretamente todo lo referente a la percepción. Conceptos muy básicos pueden ser de mucha ayuda si sabemos cómo utilizarlos.
Así funciona la percepción humana
Existen muchas teorías diferentes sobre la percepción, pero casi todas tiene en común unos aspectos básicos, unos pilares. Como apuntan desde La Vanguardia, el ser humano está preparado para capturar la mayoría de lo que ocurre a su alrededor, y para atender a aquellos estímulos que puedan ser importantes o atractivos.
– La percepción es subjetiva, es decir, depende de cada uno de nosotros, de nuestros procesos mentales. Ningún individuo experimenta le realidad de la misma forma que otro.
– Es selectiva, porque no podemos atender a todos los estímulos de nuestro entorno, sería imposible. Por ello, seleccionamos los que nos parecen más atractivos. Aquí reside una de las claves.
– Es temporal, es decir, la percepción de un individuo sobre un determinado proceso, sobre una determinada situación, puede cambiar, evolucionar. No es constante, y puede cambiarse al igual que lo hacen los estímulos externos.
¿Qué debe tener un buen logo?
Un buen logo consigue que identifiquemos la compañía a la que pertenece aunque lo veamos de pasada. La unión debe ser tan fuerte que sintamos que no están completos el uno sin el otro. Muchas marcas cuentan con logos muy característicos, no tienes que pensar mucho para que se te vengan algunos a la mente. Este debería ser el objetivo de cualquier empresa cuando crea su logo.
Por lo tanto, deberían tenerse en cuenta algunos de los procesos por los cuales el ser humano percibe los colores, las texturas y las formas, al fin y al cabo, todos los componentes que podemos encontrar en un logo. Para comenzar, podemos hablar de los conceptos de figura y fondo. ¿Qué representa cada uno de ellos?
Estos dos elementos no pueden aparecer separados, y es que no existe una figura sin su fondo, ni un fondo sin figura. Sin embargo, sí que es necesaria una separación entre ellos, ya sea por colores o por una delimitación, para que podamos diferenciarlos. Además, como apuntan desde la Universidad de Barcelona, existen unas leyes que son de vital importancia:
– Ley de la proximidad. Según esta ley, los elementos que aparecen juntos son tomados como una unidad por nuestro cerebro.
– Ley de la similitud. En este caso, son los elementos parecidos o con la misma forma, los que son tomados como una única unidad.
– Ley de la buena continuidad. Gracias a este proceso, tendemos a agrupar o tomar como continuos aquellos elementos que se organizan en una dirección concreta.
– Ley del contraste. Un elemento se distingue del resto, una forma se distingue de su forma, pero ¿cómo? Todo es gracias al contraste, al cambio en la forma, el color, la textura… etc.
– Ley de la inclusividad. Esta última ley establece que, en algunas ocasiones, cuando no existe una delimitación clara entre figura y fondo, tendemos a confundirnos y a homogeneizar ambos conceptos.
Dicho esto, no estaría mal argumentar que un buen logo debería jugar con algunas de estas leyes, conocidas como leyes de la Gestalt para lograr ser más atractivo. Si conocemos los procesos mentales que utilizamos a la hora de percibir un determinado estímulo visual, podremos utilizar estos conocimientos para atraer al consumidor.
Por suerte, las empresas cuentan con muchas herramientas a su disposición para dar pie a sus propios logos, como este creador de logo, que es un buen ejemplo. De esta manera, una compañía, contando con los conocimientos adecuados y con las herramientas oportunas, puede dar lugar a una creación original y atractiva.
Ya lo sabes, no volverás a mirar una marca de la misma forma a partir de ahora. Ya sabes todo lo que hay detrás, lo importante que son algunos aspectos que en un primer momento podrían parecer hasta triviales.