A ningún aficionado a los juegos se le escapa que los grandes títulos que salen al mercado no arriesgan ni lo más mínimo: suelen ser variaciones de fórmulas jugables de probado éxito, tener argumentos de lo más convencional y, sobre todo, tratarse de continuaciones de sagas que han disfrutado de buenas ventas, y de las que salen innumerables entregas en las que se perfecciona el producto, pero que aportan bastante poco. ¿Son los diseñadores los culpables de esto, o hay un motivo más profundo que explica el problema? Hoy traemos una opinión al respecto muy interesante.
David Cage, sin pelos en la lengua como siempre, ofrece su explicación. Y deberíamos tenerla en cuenta, cuando viene del creador de un título tan poco convencional y arriesgado como es Heavy Rain. Atención a sus palabras:
> Los jugadores invierten dinero en editoras que no tienen interés en la innovación. Los jugadores animan a las editoras a seguir haciendo el mismo juego cada Navidad y todo el mundo queda contento. Pero si estás interesado en la innovación y crees que los juegos pueden ser algo más que disparos, te das cuenta de que las secuelas matan a la creatividad y a la innovación.
El razonamiento parece muy lógico: las empresas que desarrollan juegos buscan maximizar su beneficio, por lo que producen lo que los consumidores más compran. Y si los aficionados adquieren de forma masiva secuelas de franquicias consolidadas, están enviando el mensaje de que crear “refritos” que no aporten nada a nivel creativo resulta perfectamente válido para alcanzar el éxito. Se trata de una acusación dura, pero lo cierto es que no carece de sentido. Por su parte, Cage se jacta de no ofrecer a los jugones ideas predecibles, sino sorprenderles con conceptos que les van a interesar, pero que no se los esperan.
¿Qué opinas de estas declaraciones? ¿Crees que el problema de la falta de originalidad en la industria del entretenimiento interactivo se puede explicar de esta manera, o consideras que es demasiado complejo como para atribuirlo a una única causa?
Interesante opinión y además razón no le falta