Obsolescencia programada

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¿Por qué duran los teléfonos móviles poco más de año? ¿Por qué se funden con tanta frecuencia las bombillas? ¿Están diseñados para ello?

Estamos tan acostumbrados a cambiar de teléfono móvil cada poco tiempo que nos parece normal que la vida de éste no se prolongue más alla del año o año y medio. Este fenómeno por el cual prácticamente todos los teléfonos tienen una vida útil similar es la llamada obsolescencia programada: la mayoría de los elementos de consumo no se diseñan para que tengan la mayor fiabilidad o duración posibles, se diseñan para que pasado un determinado tiempo dejen de funcionar y deban ser sustituidos por otros.

El negocio de la reparación ya no es negocio: si algo se estropea se sustituye por el nuevo modelo: más funcional, más ergonómico, más chic y, como no, diseñado de tal manera que el día que se estropee no podrá ser reparado (quizá no pueda ser ni desmontado).

El hacer caducar componentes eléctricos no es algo nuevo. Se remonta a los años 30, momento en el que los fabricantes de bombillas se dieron cuenta de que sus bombillas duraban demasiado y sus ventas se estancaban. La solución adoptada fue acortar la vida útil de las mismas a fin de conseguir que el negocio siguiera creciendo. De esta manera, el funcionamiento de las mismas se fue reduciendo drásticamente hasta llegar a las 1000 horas que actualmente se considera la vida media de una bombilla incandescente.

bombilla incandescente

No obstante, no sólo los componentes electrónicos han sufrido esta “programación” del momento de su muerte: las primeras medias de nylon eran tan resistentes que podían considerarse irrompibles, lo cual era un mal negocio, con lo que los ingenieros tuvieron que devanarse los sesos para crear unas medias de nylon que colmaran las ansias comerciales de las empresas, es decir, que se rompieran con cierta facilidad.

Esto son sólo dos ejemplos. En el documental adjunto se repasa la historia de este fenómeno y sus consecuencias sociales y económicas. Espero que lo disfrutéis.

Archivado en Consumo, Economía, Industria, Ingeniería, Obsolescencia programada, Sociedad
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