Las cámaras que la NASA saca al espacio exterior en sus misiones espaciales no son tal cual las compramos nosotros. Para soportar las condiciones que hay ahí fuera hay que prepararlas y recubrirlas de materiales aislantes.
Uno de los modelos que se usaban hace unos años era la Nikon D2Xs, que como puedes ver en la foto, está cubierta de un extraño material muy parecido al que usan en los trajes de los astronautas.
Esta cámara en concreto está equipada con un flash externo Nikon SB-800 con una carcasa modificada para procurar que el flash funcione correctamente en el vacío del espacio. La función de esta manta térmica es mantener la presión dentro del SB-800.
En la parte superior de la cámara encontramos un cable Nikon SB-29 modificado, que permite usar el autofocus en condiciones de baja luz.
La cámara al contrario, ha sufrido muy pocas modificaciones respecto al modelo original, excepto unas pocas modificaciones en el firmware y los lubricantes internos. Las fotografías se almacenan en una tarjeta de memoria común.
Estas cámaras se analizan tras las expediciones para ver su estado de daños. En función de las condiciones de ésta, puede que tenga una segunda oportunidad para un próximo viaje. El problema es que la radiación solar deteriora bastante el sensor, por lo que las posibilidades de que éste llegue intacto a la vuelta del viaje son bastante escasas.