La mayor crítica que recibe la comparación entre The Hunger Games y Battle Royale es que si bien una es una critica a la sociedad de consumo obsesionada con los reality shows, la otra es una simple muestra de violencia gratuita pura y dura. En lo primero estoy completamente de acuerdo, en lo segundo no tanto. Y me explico.
Por un lado tenemos la Ley BR (Battle Royale) o Reforma Educativa del Milenio, que surge del temor que sienten los adultos ante una juventud cada vez más descontrolada y violenta. El país está sumido en una profunda crisis y la respuesta de los jóvenes no es otra que boicotear los institutos, es decir, la forma de autoridad más cercana a ellos. El estado, para erradicar este peligroso comportamiento, decide aplicar un fuerte correctivo consistente en periódicamente elegir una clase al azar y llevarlos a una isla de la que tan sólo podrá salir uno.
Y por el otro están los Juegos del Hambre que dan título a la saga, que a diferencia de la Ley BR, son algo más que un castigo ya que nacieron como macabro recordatorio por parte del Capitolio al resto de distritos de Panem de que la rebelión tiene un precio. Año tras año adolescentes y niños inocentes se ven obligados a luchar en la arena por sus vidas como castigo a una revuelta que llevaron a cabo los padres de sus padres. Y sí, de allí tan sólo podrá salir uno.
Posteriormente los Juegos (y todo lo que les rodea) se convirtieron en un espectáculo para disfrute exclusivo de los ciudadanos del Capitolio pero su objetivo sigue siendo el mismo: reprimir la rebelión a base de infundir miedo. El mismo miedo que ellos sienten a perder su status de autoridad.
Pero The Hunger Games y Battle Royale tienen más cosas en común ya que también coinciden en mostrar diferentes actitudes frente al castigo/reto y es que mientras algunos lo aceptan y se resignan a tener que matar para sobrevivir, otros deciden rebelarse de la mejor manera que pueden (incluso suicidándose).
Y en cuanto al tema de la crítica a la telerealidad, es verdad que en Battle Royale no hay reality show pero en su inicio ya da pistas de que no está demasiado lejos y es que la secuencia con los medios de comunicación abalanzándose sobre la joven ganadora de la última edición de la BR indica que hay un público interesado. De ahí a colocar cámaras en los árboles de la isla va un paso, sólo era cuestión de tiempo.
En definitiva, digo todo esto porque no acabo de entender la animadversión que se ha generado a comparar ambas historias, no sé si por miedo a que The Hunger Games sea considerado un plagio. Está claro que difieren en muchas cosas pero también es evidente que tienen muchísimos elementos en común, y cada una los utiliza a su manera para contar lo que quiere sin que esto signifique que una tenga un significado mucho más profundo que la otra y por eso es mejor. Las comparaciones son odiosas pero también sirven para ver diferentes puntos de vista de una misma cosa.
En su momento ví Battle Royale y me encantó. Habrá que ver que tal está Juegos de Hambre… 🙂
Sin ver Los juegos del hambre ya puedo decir que Battle Royale es una peli “con mucha más gracia y frescura” incluso 12-13 años después de la que Los juegos del hambre trendrá nunca.