Charles Bukowski es una figura atípica dentro del mundo de la literatura por varias razones: su estilo único y creador de tendencia, su vida desordenada y bohemia que no le impidió completar una obra amplia y bellísima así como su enorme éxito de ventas a pesar de tratarse de un autor independiente y casi marginal.
Bukowski fue el padre del llamado realismo sucio, un movimiento literario que pretendía reducir la narración a sus elementos fundamentales eliminando todo aquello que sobraba (especialmente cuidadoso con la minimización del uso de adjetivos y adverbios) y dejando que el entorno califique la profundidad de la narración.
Dentro se este estilo se encuentran sus dos novelas más conocidas: Cartero y Factótum. Estas dos obras están protagonizadas por Henry Chinaski (álter ego de Bukowski), un alcohólico que va de trabajo en trabajo y de borrachera en borrachera, un escritor frustrado por las editoriales y aplastado por la vida cuyo único objetivo es llegar al final del día para pasarse la noche bebiendo en cualquier bar.
La vida de Chinaski es en gran medida la de Bukowski, un autor que bebe de sus propias experiencias y su entorno para ir construyendo su universo literario. Este marcado carácter autobiográfico de la obra de Bukowski hace que no podamos saber exactamente que proporción de realidad y de ficción hay en sus obras, envolviéndolas en un halo de realismo que muchos han intentado emular pero pocos han conseguido alcanzar.
Podemos catalogar a Bukowski dentro de la categoría de escritor-fotógrafo: registra todo cuanto le rodea y, con el mínimo número de palabras es capaz de captar la esencia de las situaciones y hacernos revivirlas.
Existen varias películas inspiradas en sus relatos y novelas, pero el cine no permite apreciar la profundidad de la obra, y se limita a vagar de una escena a otra sin centrarse en el enorme sufrimiento interior que en muchas ocasiones padecen sus personajes.
¿No conocías a Bukowski? No es mal momento para descubrirlo. ¿Ya lo conocías? Cualquier ocasión es buena para releerlo. Sentaos, abrid cualquiera de sus libros y disfrutad.
