El director, Nacho Vigalondo, se enfrenta a todo con una producción de bajo presupuesto pero de gran ingenio con Michelle Jenner, Julián Villagrán y Carlos Areces como protagonistas. Extraterrestres se convierte en el segundo largometraje del cineasta cantabro que saltó a la fama con su corto 7:35 de la mañana y que consiguió la nominación al Oscar al mejor cortometraje en 2005.
Una historia de humor y amor disfrazada de un ataque OVNI es la propuesta de Vigalondo, que la crítica ha clasificado como humor absurdo e inteligente a la vez en una película cercana al cine de género. En definitiva buenas impresiones que no concuerdan con los datos recogidos en las taquillas, que sitúan la película en el puesto 14, muy por detrás de estrenos como Blancanieves (Mirror, Mirror) o Al borde del abismo. Proyectada en 127 salas, 13.502 espectadores la han visionado durante esta primera semana frente a los 166.639 de Blancanieves, y ha recaudado 89.991€.
La historia se presenta sencilla, Julio y Julia no se conocen el uno al otro, pero despiertan en la misma cama, después de una borrachera de la que no recuerdan nada. Él se enamora al instante. Ella no. Y por si la situación no fuese lo suficientemente incómoda, Julio y Julia se dan cuenta de que un gigantesco OVNI flota sobre la ciudad. La mezcla de OVNIS, amor y otros ingredientes precisaba de unos actores de altura. Y para esto, Vigalondo eligió a los actores más adecuados: Michell Jenner encarna el papel de Julia, Julián Villagrán hace de su enamorado Julio, Carlos Areces, interpreta a Ángel y Miguel Noguera, Tipo.
Vigalondo, que no ha dudado en utilizar las redes sociales para promocionar su película, sobre todo a través de Twitter donde comparte opinión con sus seguidores, habla de su nueva cinta:
Si en mi anterior película Los Cronocrímenes, el protagonista era un pelele sometido a la tiranía de la trama, con Extraterrestre he intentado viajar al extremo opuesto y dejar que sean los personajes los que lleven la historia, sin que apenas haya interferencias extrañas. También he querido volver al género que más practiqué en mis cortometrajes, la comedia a escala íntima.
El único que no me terminó de convencer es Julián Villagrán.
A pesar de ello me parece una gran película, perfecta continuación de sus cortometrajes y, como me dijeron unos amigos, posible película de culto.