Jean Teulé es un autor poco conocido en España que estudió diseño en París y ha dedicado gran parte de su carrera profesional al género de la historieta. Posteriormente trabajó como guionista y actor de televisión dando el salto definitivo a la literatura en el campo de la narrativa.
La tienda de los suicidas (publicada en 2007) consiguió, casi desde el primer momento, un rotundo éxito de ventas. Esta novela de apenas ciento cincuenta páginas es todo un manual de cómo se debe escribir humor negro y una auténtica delicia para cualquier lector.
Con una prosa sencilla y ágil, Teulé va retratando a una familia que en un futuro no muy lejano regenta una tienda dedicada enteramente al suicidio. Esta tienda está repleta de anécdotas curiosas que el autor va desgranando poco a poco para construir sobre ese día a día de la tienda los distintos personajes.
Todos los miembros de la familia tienen el nombre de algún famoso suicida como Mishima (por Yukio Mishima, el escritor japonés que cometió un suicidio ritual mediante seppuku); Marilyn (por Marilyn Monroe y su ingesta de somníferos); Vincent (por Vincent Van Gogh quién se suicidó pegándose un tiro en el pecho); Lucrèce (por la suicida romana Lucrecia, que se clavó un puñal en el pecho después de ser violada) y, por último, Alan (por el matemático Alan Turing que se suicidó comiendo una manzana envenenada).
El humor negro que destila el libro es de una calidad incuestionable y el único pero que se puede poner a esta novela es su corto desarrollo, algo que para muchos pasa por ser una virtud al oponer esta obra con los libros de más de seiscientas páginas que proliferan como moscas últimamente.
Para resumir: un gran libro en formato pequeño, fácil de leer y especialmente indicado para todos los amantes del humor negro y los finales inesperados.
¿Tienes la dirección de la tienda? Esta semana me viene fatal pegarme un tiro, pero nunca está de más tener información… y ahora que me acuerdo, ayer me llamó un amigo pidiéndome consejo.
Hace ya algún tiempo que leí el libro, pero creo recordar que se encontraba en París, en un futuro no muy lejano.