El 26 de noviembre de 2011 a las 10:02 EST fue lanzada la MSL (Mars Science Laboratory), tras un retraso de casi dos años desde la primera fecha elegida para su despegue debido a diferentes causas tanto técnicas como económicas.
Curiosity, como es conocida esta misión, incluye un astromóvil, una especie de vehículo robotizado especialmente construido para exploraciones en superficies de planetas distintos al nuestro. Esta exploración al planeta rojo está dirigida por la NASA y su fin es colocar sobre la superficie marciana dicho vehículo de exploración, del tipo rover, como los utilizados en las misiones Apolo 15, 16 o 17, pero en este caso controlado desde nuestro planeta.
El vehículo que incorpora Curiosity será tres veces más pesado, dos veces más grande e incorporará aparatos más avanzados científicamente que los utilizados en la misión Mars Exploration Rover, que aterrizaron en Marte en el año 2004.
Una vez esté sobre la superficie marciana, el rover tomará muestras de suelo y polvo rocoso del cuarto planeta de nuestro sistema solar. La duración de la misión será de un año marciano completo (lo que equivale a 687 días terrestres) e investigará la capacidad pasada, presente y futura de Marte para alojar vida.
Sin embargo, los siete aterradores minutos que durará el aterrizaje del Curiosity en Marte serán seguidos con suspense y dejarán casi sin aliento a los encargados de la misión. Como comprobaréis en el siguiente vídeo el proceso es muy complejo y cualquier fallo, cualquier error de cálculo echará por tierra un trabajo que ha costado miles de millones de dólares, muchos años de desarrollo y quizás las esperanzas de muchos de sus ingenieros y los investigadores que han participado en la misión.
¿Qué os ha parecido? ¿Muchos millones de dólares para que todo dependa de siete minutos donde el más mínimo error de cálculo habrá echado todo por tierra? ¿Es necesario destinar tantos miles de millones en este tipo de misiones? Tenéis la palabra.