Aún recuerdo cuando en el año 2007 la multinacional de Cupertino presentó el iPhone original. Todos los rumores apuntaban a que esa mañana se iba a ver la primera incursión de Apple en el sector de los teléfonos inteligentes, pero nadie sabía de qué manera iban a sorprendernos. Ni siquiera se daba por hecho una pantalla táctil, había especulaciones sobre el uso de la clásica rueda del iPod, y no se podía imaginar que un software específico iba a ser el verdadero atractivo del aparato. En aquel momento la compañía asombró al mundo, y la novedad fue tan fascinante que la ha aupado al liderato del sector tecnológico.
Desde entonces Apple ha estado bajo la atenta supervisión de periodistas y aficionados, siempre ávidos por conocer cualquier detalle de sus próximos dispositivos. En algunos casos los nuevos productos se han logrado mantener en secreto, otras ocasiones se han filtrado de manera completa. Realmente, el único campo en el que el secretismo de la marca sigue funcionando a la perfección es en el software, ya que no depende de fábricas externas ni requiere de prototipos. El problema es que es el hardware el que recibe el protagonismo, y para muchos usuarios conocer la próxima novedad de la compañía de Tim Cook meses antes de su lanzamiento representa una decepción.
No hay nada como descubrir el producto en el momento de su presentación oficial, en un evento en el que se nos muestran todos sus secretos y sus novedades. No sólo llegamos a la keynote con más ilusión, sino que el efecto sorpresa ayuda a mejorar nuestra percepción del dispositivo. Apple es conocedora de esto, y por eso intenta evitar las filtraciones por todos los medios, para lograr dar el campanazo el día del estreno, y hacer que los entusiasmados consumidores no duden ni un segundo en reservar el atractivo aparato que acaban de mostrar.
Por desgracia, creo que tenemos que hacernos a la idea de que, si estamos atentos a las noticias del mundo tecnológico, ya no nos vamos a sorprender en una keynote. Del iPhone 5 se han visto casi todos los componentes, por lo que es más que dudoso que alguna característica esté oculta. Personalmente, me da pena que la marca de la manzana no sea capaz de conservar su capacidad de asombrarnos, pero comprendo que es más que complicado controlar la infinidad de piezas que se han de diseñar para crear una máquina tan compleja como un iPhone o un iPad.
¿Qué te parece a ti el tema? ¿Prefieres esperar a la presentación oficial para descubrir un nuevo producto, o eres de los aficionados a filtraciones y rumores?