La imagen de la ternura

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La fotografía del perro de 19 años, enfermo de artritis, tomando un relajante baño en un lago con su dueño, ha cautivado a millones de personas en Internet. La conmovedora imagen se ha convertido en un viral en Facebook. Una instantánea que se clava como una chincheta en nuestras retinas, y nos hace llorar. Vemos a John Unger junto a su viejo y agotado amigo Schoep. La imagen fue captada por la fotógrafa Hannah Stonehouse Hudson, de Fotografía Stonehouse, en el Lago Superior, en los Estados Unidos. Traga saliva.

Gustavo Gutiérrez Merino (filósofo y teólogo peruano):

Un amigo es la mano que despeina tristezas.

Perro artrítico lago Superior John Unger

Yo hice llorar a Chuck Norris, soy un tipo duro si hace falta, y sin embargo, anoche me emocioné. Tuve que taparme la cara con la mano, y disimular, simulando que se me había movido la lentilla que no llevaba puesta. No soy especial, soy uno de tantos. Una mosca más atrapada en la tela de araña. Hoy te quiero hablar de una imagen que está dando la vuelta al mundo, una fotografía que te hará soltar una lagrimilla. Espero que no me denuncies por maltrato psicológico…

Las redes sociales miden la popularidad de los acontecimientos, de los hechos históricos, y esta foto es, a estas horas, la más comentada. Un éxito que ha sorprendido incluso a la propia fotógrafa. Hannah Stonehouse Hudson publicó la instantánea en su Facebook el pasado 1 de agosto, y el aleteo de la mariposa estremeció Internet. Inocente, inocente. Ha sido vista más de 2 millones de veces, compartida en más de 200.000 ocasiones, tiene 225.696 “me gustas” y ya ha superado los 25.000 comentarios.

Nunca pensé que tanta gente vería lo mismo. Sé que no es sobre mí, sino sobre un chico que ama a un perro, pero estoy muy sorprendida de que mi foto haya tenido un impacto tan grande.

No se trata de una pose ya que odio las fotos posadas porque nunca capturan la verdadera esencia.

Te voy a contar la historia de John Unger y su perro Schoep. Merece la pena perder el tiempo leyendo este entrañable cuento perdido de no ficción. Pronto quedará reducido a cenizas o sepultado por sucesos y acontecimientos más relevantes. Unger adoptó al perro cuando era un cachorro, o simplemente, se encontraron. Ahora, a sus 19 años, Schoep ha desarrollado artritis en sus cuatro articulaciones y tiene graves problemas para conciliar el sueño. Una tortura. Una pena.

John, fiel como Hachikō o Canelo, no soportaba quedarse quieto viendo sufrir a su amigo, y ni se planteó el recurso fácil, así que buscó en el saco de su ingenio hasta encontrar una solución humana. Vale, no es un científico que vaya a curar la enfermedad, pero hizo cuanto estaba en sus manos. Y no se le puede pedir más a un hombre. Es como cuando mi abuelo arreglaba las varillas de mis paraguas con alambres. No era una vacuna, ni cirugía, era una “chapuza” realizada con manos expertas y mucho cariño, que pese a todas sus pegas, servía para que no me mojara.

Bueno, vuelvo a la historia, que me descentro. La solución que encontró para paliar el dolor de su amigo y aliviarle sus dolencias fue llevarle diariamente al Lago Superior (Estados Unidos). Puede parecer descabellado pero tiene su base científica, o al menos, práctica. Quien mejor conoce a un enfermo, es quien más horas pasa a su lado. La flotabilidad y las altas temperaturas del agua relajan sus huesos artríticos. Una terapia acuática en un balneario natural. Ahí puede descansar, utiliza el regazo de su amo para dormir plácidamente. Hannah escribió este comentario bajo su ya imborrable publicación.

Un perro de 19 años acunado en los brazos de su padre anoche en el Lago Superior. Schoep se duerme cada noche cuando lo sumergen en el lago. La suavidad del agua alivia sus huesos artríticos. El Lago Superior está muy caliente ahora mismo, así que la temperatura del agua es perfecta. Estoy muy feliz de haber capturado ese momento para John [Unger]. Por cierto, John rescató a Schoep cuando era un cachorrito de 8 meses, y él ha estado a su lado en muchas aventuras :).

¿Cómo encontró esta salida? ¿Qué extraño mecanismo mental combinó estas dos ideas?

Todo comenzó hace más de 13 años. El perro, una mezcla de pastor alemán, era un terrible nadador (yo también soy un poco Eric Moussambani, y eso empatiza) y no le gustaba el agua (a mí, sí). No fue nada sencillo, Unger tuvo que sudar tinta china para conseguir que entrara al lago. Costó mucho tiempo. Y digo bien, mucho tiempo. John tuvo que soplar las velas de su tarta de cumpleaños varias veces antes de ver a su noble colega zambullirse. Esto demuestra que no está en primero de constancia. Cuando al fin lo logró, el animal le ponía sus patas en los hombros y se negaba a nadar. Hasta que el interruptor de la fobia hizo clic. Ese día Schoep se quedó dormido, y desde entonces no faltan a su cita.

Unger cuenta que le debe su vida a Schoep. No abandonará a su amigo, siente una profunda gratitud. Como explica en una entrevista en el Duluth News Tribune, la ruptura con su prometida lo llevó a pensar en el suicidio. Amor ciego. Su perro hizo que cambiara de parecer con solo una mirada, una mirada que nada tenía que ver con la de Marta Sánchez.

El hombre de la coleta reconoce que ha leído los mensajes de aliento para su mascota y de admiración por él, y que se ha emocionado mucho. Como para no. Las redes sociales no son un cáncer si las utilizan manos íntegras y libres, a veces sirven para levantar los ánimos de gente que merece la pena.

Mi especialidad es la documentación de las relaciones, ya sea una boda o un hombre y su perro. John vive su vida de una manera amable. Él rescató a este perro cuando era un cachorro y siempre han ido juntos a todas partes. Schoep tiene artritis ahora, y John descubre que el agua es terapéutica. Él es el tipo de persona que quiere que sus animales se sientan cómodos. Quería capturar su relación, le dije a John: Realmente necesito tomar fotos de ti y tu perro.

Fotografía del perro artrítico en el lago

Hudson está vendiendo las impresiones de “John & Schoep” en su página de Internet, y afirma que donará un porcentaje de las ganancias para los gastos médicos de Schoep. No podemos ni debemos dudar, a pesar de que la realidad se empeña en llevarnos la contraria cada día. No es la única que ha decidido dar un paso adelante. Unger ha recibido la ayuda de generosos desconocidos, conmovidos por la tierna fotografía. Gracias a las donaciones, el perro y su dueño ya no tienen que preocuparse por las facturas del veterinario. Se lo han ganado. Se lo merecen. Nuestro respeto y nuestra admiración no es suficiente, desgraciadamente…

Una buena fotografía no te convierte en un buen fotógrafo. Has sido capaz de agitar el tarro de los sentimientos una vez, pero eso no te asegura que lo consigas mañana. Hay cantantes y grupos de música de una sola canción, que tuvieron un éxito aislado, hay escritores que únicamente escribieron un buen libro; que no es poco. Hannah Stonehouse Hudson puede sonreír y rezar. Que se prepare para las críticas, muchos dirán que sus próximas fotografías no están a la altura, su vara de medir estará a ras del agua. En el Lago Superior. Junto a un perro de 19 años que duerme acurrucado sobre el pecho de un buen hombre.

Archivado en Artritis, Internet y redes sociales, Perro
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