Seguimos con la serie de “Cómo montar tu propio PC”, una saga de artículos que nos permitirá aprender a elegir y a montar los componentes de nuestro próximo equipo. Hoy iniciamos la segunda semana de artículos. Recordamos que en la primera escogimos el procesador, la placa base, la memoria RAM, la tarjeta gráfica y la fuente de alimentación, por eso hoy nos toca elegir una pieza tan importante como el resto: el disco duro.
Como siempre, en primer lugar, vamos a averiguar, ¿qué es el disco duro? El disco duro es el dispositivo en el que se graban magnéticamente los archivos de nuestro equipo tales como los del sistema operativo y los de los programas. Así mismo en el disco duro se guardan nuestras fotos, vídeos, documentos y, en general, todo lo que está almacenado en el ordenador.
El disco duro es, posiblemente, el dispositivo más fácil de elegir de todo el equipo, a no ser que busquemos algunas características muy específicas, así que, sin más dilación, pasemos a elegir nuestro modelo.
En primer lugar, debemos diferenciar dos tipos de discos duros: los SSD (Solid-State Drive o Unidad de Estado Sólido) y los HDD (Hard Drive Disk o Disco duro). La principal diferencia que hay entre estos tipos de disco duro es que los SSD son más rápidos que los HDD, además, los SSD consumen menos electricidad y se calientan menos que los HDD ya que carecen de elementos mecánicos.
Para entender la diferencia vamos a hacer un símil, el disco tipo HDD es como un CD dentro de una unidad de lectura, y el disco tipo SSD es como un Memory Stick. Por otro lado, los discos tipo SSD son mucho más caros que los HDD.
Entonces, ¿qué debo comprar? Este componente del equipo es el más “personal” de todos, ya que cada usuario tendrá unas preferencias u otras, pero lo recomendable, si tenemos dinero, es montar dos discos duros en nuestro equipo: un SSD pequeño para instalar el sistema operativo y algunos programas importantes, y un HDD para instalar programas menos importantes y guardar nuestros archivos. De este modo, lo que conseguiremos es la velocidad deseada para el equipo.
Por otro lado debemos tener en cuenta qué tipo de conector usaremos, pues si nuestra placa solo tiene conectores SATA2, no necesitaremos comprar un disco con SATA3 ya que son un poco más caros. También cabe decir que se puede conectar un disco SATA3 en un conector SATA2, pero de este modo, el disco duro rendirá como si fuera un SATA2 y no un SATA3. Además también debemos tener en cuenta las revoluciones por minuto (rpm) de los discos. Los discos duros giran a 7200rpm o a 5400rpm, en general los discos más nuevos son de 7200rpm, más rápidos que los de 5400rpm.
En el apartado de las capacidades es muy difícil hacer una recomendación, ya que cada usuario sabrá qué capacidad necesita. Pero en general, un usuario casual no requerirá más de 500 GB, en cambio una persona que quiera almacenar grandes cantidades de películas y programas necesitará un par de terabytes.
Poco a poco vamos teniendo el ordenador prácticamente montado, pero, a no ser que queramos dejarlo dentro de una caja de cartón, necesitaremos una contenedor específico, así que estad atentos al próximo episodio en el que hablaremos de otras piezas tales como la caja o el disipador, aparte de algunas tarjetas de expansión y otros elementos.
Muy buenas. En primer lugar, mil gracias por los artículos, son de lo mejor que he encontrado por internet, sencillos y quizá menos profundos de lo que me gustaría, pero súper claros para entender aquellos aspectos de los que no se tiene ni idea.
Tengo alguna pregunta respecto de los discos duros. Quiero instalar Windows y Linux, ¿necesito discos duros diferentes? ¿O es recomendable? ¿Lo mejor sería tener 4 discos, 2 para cada S.O., como indicas en el artículo, o es innecesario?
Mil gracias de antemano.
Alex, lo que necesitas es hacer 2 particiones, una para linux y otra para windows. Con um disco duro basta. Si ademas quieres puedes hacer una tercera particion FAT32 o NTFS para datos.