El laboratorio del científico no es el único lugar donde se ensayan hipótesis. La literatura, por ejemplo, nos permite dar rienda suelta a la imaginación tironeada por la pregunta ¿qué tal si…? para armar un relato producto de ese libre juego de las facultades. ¿Y qué tal si la matemática fuera el lenguaje en el que está escrito el mundo y todo lo que sucede en él es la simple resolución de una ecuación? El lenguaje divino, el que da los designios irrevocables, la mano detrás de todas las marionetas, la fatalidad podría estar escrita en lenguaje matemático y, lo que es peor, descifrarse. Esta es la pregunta que va guiando el relato de Rodrigo Martín Noriega: La variable humana.
Ficha bibliográfica
Autor: Rodrigo Martín Noriega
Título: La variable humana
Editorial: Gadir
Precio: 14,50€
ISBN: 9788494016554
Sobre Rodrigo Martín Noriega
Noriega se describe a sí mismo como “un profesor que escribe en sus ratos libres”, y esta afición le ha valido ya el Premio de Novela Corta de la Fundación Monteleón. Hemos podido constatar que la pasión por la escritura se da de manera virtuosa en el oriundo de Valladolid, pues su novela resulta sumamente entretenida y estimulante. Lo primero dado que se trata de un relato en el que el misterio va haciendo que el lector se mantenga al filo de la butaca hasta el final. Y es que la pasión que el autor declara por el cine queda patente en la manera de narrar. Cada escena que nos presenta casi nos permite ir adivinando los planos, la luz, el vestuario y hasta la música que completarían el montaje.
El argumento de La variable humana
En este breve relato Noriega nos cuenta la historia de Alfred Keitel, un brillante profesor y matemático retirado del ambiente académico por razones no muy claras; Samuel Bates, también profesor y matemático pero más bien mediocre y lleno de frustraciones; y John Farrell, un talentoso estudiante que desarrolla su investigación bajo la tutela de Bates pero fascinado por los trabajos de Keitel. De entre ellos es a Farrell a quién más seguiremos, pues la vida de los tres depende del desarrollo de su investigación. Les acompañan pocos personajes secundarios que dan un excelente y preciso apoyo a la historia ayudando a conocer un poco más de cada uno de los vértices del triángulo principal.
Análisis crítico de La variable humana
Además de este estilo tan ameno y un ambiente de misterio bien logrado, la novela está estupendamente sustentada sobre líneas del pensamiento del filósofo vienés Ludwig Wittgenstein (particularmente de su gran Tractatus Logico-Philosophicus). De manera que se incita a una interesante reflexión en torno a las consecuencias de algunos de sus postulados, conectando siempre con preguntas generales que no sólo los entendidos en filosofía se suelen plantear: ¿somos realmente libres?, ¿en qué consiste nuestra libertad?, ¿qué puede hacer la variable humana frente al cerebro divino? No es fácil respetar y exponer fielmente este tipo de planteamientos teóricos al mismo tiempo que se consigue realizar un buen relato de misterio.
El título no deja de resultar paradójico, pues es desde la variable humana de la literatura desde donde se da cabida a la posibilidad de un determinismo extremo emanado de la lógica. Es por ello que el relato no deja de ser estimulante, intelectualmente hablando. Aunque quizá su brevedad no permita un pleno desarrollo de una muy buena idea para una novela. De aquí que el desenlace se dé de manera un poco precipitada dejándonos con la sensación de que la historia podría no acabar ahí, pues el descubrimiento de Keitel perfeccionado por Farrell y sus consecuencias podrían explorarse con mayor profundidad. Ahora que el mundo editorial parece favorecer tanto las trilogías, este bien podría ser considerado como el preludio de una que también podría llegar al cine.
Conclusiones
Enhorabuena a la Editorial Gadir que ha tenido el acierto de llevar a las librerías esta novela. Hay que decir que se trata de una edición muy cuidada y muy bien presentada, a pesar de algunos errores en la acentuación que podrían desconcertar un poco. Un fallo que podría sorprender al lector está en que queda un poco grande el calificarla como “una novela negra diferente”, pues quizá sea tan diferente que resulta muy forzado querer incluirla dentro del género. Un relato de ficción y misterio sin duda que es una mejor clasificación. Ideal para los amantes de este tipo de literatura, además de aquellos que huyen de libros de más de 200 páginas. Sin duda una obra que no tiene desperdicio: buena historia, bien narrada y estimulante para el intelecto. Si buscáis algo breve e interesante para leer esta es vuestra opción. ¿A qué esperáis para leerlo y dejar vuestros comentarios?
Tiene buena pinta, me lo apunto para próximas lecturas.