Para muchos, el ordenador de sobremesa como una incómoda torre de la que salen una enorme cantidad de cables es algo del pasado. Los formatos todo en uno resultan más caros y menos modulares, pero permiten ahorrar espacio, ganar en orden y aportar un poco de elegancia a nuestro escritorio. Sin embargo, siempre he pensado que un aparato que no se va a mover de su sitio casi nunca y que no está normalmente expuesto a miradas ajenas no necesitaba hacer sacrificios para tener un perfil ultradelgado o ser estéticamente extraordinario. Parece que HP no está de acuerdo, a tenor de la nueva máquina que acaba de presentar.
Se trata del HP Spectre One, un sobremesa integrado de 23,6 pulgadas (con una aburrida resolución 1080p) que destaca por su grosor reducido y unos acabados muy atractivos. La unidad óptica, cada vez menos usada, se ha dejado de lado para alcanzar estas dimensiones, en una decisión que yo calificaría como discutible. Por lo demás, el ordenador emplea una configuración típica, con gráfica dedicada, posibilidad de incluir discos SSD para el almacenamiento y altavoces de Beats Audio, que es difícil que puedan ofrecer mucha calidad con esas restricciones de tamaño.
También la pantalla táctil se obvia, algo que no se puede criticar al no ser muy útil en un sobremesa, pero que tampoco estaría de más considerando que vendrá con el nuevo Windows 8. Además, se incluye conectividad NFC y un trackpad sospechosamente similar al que incluyen los iMac. Este ejercicio de estilo no saldrá barato, ya que se venderá en noviembre desde 1400 euros. Como no sabemos las especificaciones exactas, no podemos valorar la relación calidad-precio, pero algo me hace pensar que el atractivo aspecto de este Spectre One implicará pagar un extra importante frente a máquinas de características similares.
¿Qué te parece la propuesta de HP? ¿Te ha enamorado con su estética tan cuidada, o consideras que el exterior no es excesivamente importante cuando hablamos de un ordenador de sobremesa?