Muy buenas tardes, señoras y señores, espero que hayan pasado un buen fin de semana en el que hayan practicado mucho la fotografía y, por supuesto, se hayan divertido. Recordaréis que durante unos meses estaré viviendo al Norte de Europa, concretamente en Suecia, ¿no? Pues bien, la instantánea que os presento hoy está tomada en Karlstad, donde actualmente resido, capital de la provincia de Värmland. Se sitúa en el Sur-Oeste del país, en la misma línea que Estocolmo, y es conocida como la ciudad del Sol.
A pesar de ser capital de una provincia, es una ciudad pequeña que no llega a los 100.00 habitantes. Tiene un equipo de hockey sobre hielo bastante importante, el Färjestads BK. También destaca, dentro de la industria, en los campos del café, con la compañía Löfbergs Lila, y en el del papel. Como en prácticamente todas las ciudades suecas, la vida comercial gira en torno al Stora Torget (o plaza central), alrededor de la cual encontraremos bancos, tiendas, centros comerciales, restaurantes, etc. Fuera de ese centro, Karlstad tiene un carácter más residencial, ocupando una amplia extensión territorial a pesar de sus pocos habitantes. Por último, cómo no, contamos con un Ikea al que ya he hecho más de una y de dos visitas (y eso que llevo aquí sólo un mes). En fin, es una ciudad bastante acogedora y simpática, y a pesar de su tamaño (soy de grandes metrópolis), me gusta vivir aquí.
Como dato curioso (y para darle sentido a lo fotografía de hoy), voy a hablados del rey de las aves en las calles de Suecia. Si en España tenemos a las palomas, denominadas ratas del aire por más de uno, en el Norte de Europa el cuervo se presenta como el pájaro más común. Da igual que estés en una terraza tomándote un café (como en mi caso), dando un paseo por las calles o simplemente esperando al autobús, en cualquier momento puede sorprenderte un cuervo. Cuando estás comiendo fuera es recomendable tener un ojo puesto en la comida, nunca sabes cuándo una de estas bestias negras puede aparecer para intentar robarte lo que para ella es un suculento bocado.
En cuanto a la fotografía, la realicé tomando un café en una terraza de lo que bien podría ser el Starbucks sueco, una cafetería llamada Wayne’s Coffee. Estaba sentado tranquilamente con mi novia cuando estas simpáticas aves comenzaron a posarse alrededor nuestro. Habíamos estado dando un paseo y yo llevaba la cámara en la mochila así que con toda la rápidez que pude saqué mi Nikon D7000 y disparé. La longitud focal fue de 105, lo que hizo que el fondo estuviese completamente desenfocado. La velocidad estaba 1/15 así que si el cuervo se movía estaba perdido. El diafragma estaba a 5’6, lo más bajo que permitía el objetivo con esa focal, ya que era un día lluvioso y necesitaba la mayor cantidad de luz posible. Por último la ISO se quedo en 100 ya que si me hubiese parado demasiado no habría captado el momento. Quiero comentar también lo curioso que me parece el encuadre, con el cuervo justo en el centro de la imagen posado en una barandilla que, a pesar de estar ligeramente inclinada, da peso y estabilidad.
Bueno, otro artículo que llega a su fin, la semana que viene puede que volvamos a Estocolmo, puede que os cuente cosas de mi universidad, puede que viajemos en el tiempo hasta España, aún no lo he decidido, sin embargo, os insto una vez más a que practiquéis la fotografía todo lo posible y me comentéis ya sea aquí o por email cualquier duda. Espero que lo hayáis pasado tan bien leyendo como yo escribiendo, por lo demás, hasta la semana que viene.
Esperamos más fotos “típicas” de Suecia 🙂