El revuelo de los buitres, Javier Marías rechaza el Premio Nacional de Narrativa

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Ser independiente cuesta dinero. Y algún que otro disgusto. Javier Marías recibió ayer el Premio Nacional de Narrativa 2011 por su novela “Los enamoramientos”. Perdón. Repito la frase. Javier Marías rechazó ayer el Premio Nacional de Narrativa 2011. Sí, como lo oyes. O lees. Una decisión que dejó petrificado a más de uno. En un país en el que se forman colas cada vez que regalan sardinas, nadie entiende que se desprecien 20 mil euros. Las pirañas tienen hambre y no respetan nada. Ahora dirán que es rico…

 KOJI-KÄ

Ayer estuve riéndome en la oscuridad. Apoltronado en mi sillón, con las piernas levantadas. Qué cabrón, lo ha hecho. Llevo muchos años, lustros, leyendo cada semana la columna de Javier Marías, y me extrañó cuando supe que le daban el Premio Nacional de Narrativa. Soy un ignorante y pensé que había que presentarse. No. Es un premio que entrega el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, un galardón que reconoce la mejor obra de narrativa publicada en España en 2011 en castellano o en cualquiera de las otras tres lenguas cooficiales. Muy políticamente correcto. Ejem. Lo más significativo es que son 20 mil euros, no es el botín del Planeta pero podría embellecer la cicatriz de Al Capone, ya lo dice el sabio refranero español: A caballo regalado…

Pues no. Javier Marías sabía quién era el dueño del caballo, y como cuando vas a comprar un coche de segunda mano y reconoces al piloto insensato que te lo quiere vender, echó el freno de mano, no le convencía cómo se había conducido. No fue amor a primera vista, vamos. La novela que ha provocado toda esta controversia es Los enamoramientos. Yo la leí el año pasado, al poco de salir. No solo ojeo sus artículos, yo le sigo de verdad, no como Sofía Mazagatos a Vargas Llosa. ¿Se merece tanto reconocimiento como está teniendo? ¿Me gustó?

Académico y escritor

Si quieres aprender a escribir, léela. Es una maravilla la precisión de sus palabras, la construcción de sus frases, la cadencia. Si quieres instruirte en los misterios de la vida, en las motivaciones ocultas de las personas, léela. Eso sí, te daré un consejo. Léela un día de estos que te haya tocado la lotería, o después de tener el mejor sexo de tu condenada historia. Yo me deprimí siete veces entre sus páginas. Merece la pena, no es aburrida, siempre y cuando, no esperes las aventuras de Huckleberry Finn…

Javier Marías se mete en la piel de una mujer, María Dolz, aunque no literalmente, mal pensado. Filosofa sobre el enamoramiento, “ese estado en el que se pueden hacer las mejores cosas y las peores”. Es una historia rosa porque tiene espinas. Habla de la impunidad moral que vive en este momento la sociedad, “en la que nada escandaliza ni sorprende”.

Como casualmente soy yo quien teclea este artículo, daré mi opinión de lo que ocurrió ayer. Creo que la decisión de este académico y escritor es sobre todo atrevida, sí. Y extraña, también. Con todo, solo ha sorprendido a los que no leen sus artículos. Rebosa coherencia, en tiempos en los que esa palabra está en desuso. Es una lección para muchos. Javier ha rechazado el premio sin perder la educación, correcto pero firme, y sin embargo, el revuelo que han causado su honradez e integridad ha desnudado a tantos, que no dejará de recibir flechazos de los indios que cabalgan la vía pública.

Marías acaba de publicar en un solo volumen todos sus relatos bajo el título Mala índole. Cuentos aceptados y aceptables (Alfaguara). Una lectura pendiente.

Aquí os dejo el comunicado “íntegro” de Javier Marías:

Ante la noticia de que mi novela Los enamoramientos ha sido distinguida con el Premio Nacional de Narrativa de este año, quisiera agradecer profundamente, antes de nada, la gentileza y la generosidad de los miembros del jurado por haberla tenido en tanta consideración.

El jurado estaba formado, entre otros, por Clara Sánchez, Soledad Gallego-Díaz Fajardo, Fernando Rodríguez Lafuente, Javier Cercas y Marcos Giralt Torrente, ganador de la pasada edición.

Al ser este un galardón institucional, oficial y estatal, otorgado por el Ministerio de Cultura, no me es posible, sin embargo, aceptarlo. Lamentaría que esta postura mía se viera como un desdén hacia nadie. No lo es. Se trata solamente de una cuestión de consecuencia. Es decir, de mi deseo de ser consecuente.

Desde hace muchos años no he aceptado ninguna invitación de los Institutos Cervantes, ni del Ministerio de Cultura, ni siquiera de las Universidades públicas o de Televisión Española. Durante todo ese tiempo he esquivado a las instituciones del Estado, independientemente de qué partido gobernara, y he rechazado toda remuneración que procediera del erario público.

También he dicho, en no pocas ocasiones, de palabra o por escrito, que, en el caso de que se me concediera, no podría aceptar premio oficial alguno. No se había dado el caso hasta ahora (con las excepciones del Premio Nacional de Traducción en 1979, en época del Presidente Adolfo Suárez, nada menos, y del Premio de la Comunidad de Madrid, en 1998). Y, ahora que sí se da el caso (e insisto en mi agradecimiento), sería aprovechado e inconsecuente por mi parte desdecirme de lo manifestado y aceptarlo.

Confío en que no se tome mi postura como un feo o un agravio, o como un desagradecimiento. Todo escritor agradece el aprecio por su obra, y así lo hago yo también ahora. Y en verdad lamento no poder aceptar lo que en otras épocas habría sido tan sólo motivo de alegría.

Muchas gracias por su atención,

Javier Marías

25-10-2012

¿Te parece una ofensa o un acto consecuente? ¿Lo ha aprovechado para hacerse propaganda y vender más? ¿Detesta tanto la politización de los premios literarios o la verdadera razón que subyace, es únicamente que su padre, el filósofo Julián Marías, no recibió ningún premio en su vida, y él cree que no está a la altura? ¿Es una cuestión que se circunscribe a España?

La Academia sueca, que yo sepa, no tiene ningún motivo para concederme el premio. Y no tengo que preocuparme por algo que no va a suceder.

Quién sabe…

Archivado en Literatura, Política, Premio Nacional de Narrativa
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Comentarios (12)

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  • Fercatodic dice:

    Sólo puedo decir… ¡olé! Aunque no le sigo completamente, sí que le leo asiduamente y al ser coherente con sus principios sólo puedo felicitarle y admirable. Chapeau.

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