Secretos revelados | Fotografiando la felicidad de la infancia

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Es lunes, es el día de presentaros una nueva toma y, cómo no, volvemos a Suecia en un artículo en el que, además de descubrir a dos niños jugando alegremente ajenos a su alrededor, hablaremos de la multiculturalidad sueca, la igualdad y, por primera vez, comentaré los retoques que le hice a la instantánea. Ya sabéis, los fotómetros no siempre son perfectos así que, si queréis saber más sólo tenéis que entrar.

Buenas tardes a todos, aquí vuelvo una semana más a presentaros mis fotografías suecas. Esta es de mi primer viaje a Estocolmo, al poco de llegar a la ciudad. Acababa de salir de la estación de tren y, aunque me perdí, tras un breve paseo llegué a una de las vías principales, una calle llena de gente, distrito comercial y turístico, en la que me encontré a estos dos niños tan simpáticos, ensimismados en su videojuego.

Esta instantánea refleja la multiculturalidad en la que está inmersa Suecia, algo remarcable. Puedes encontrar gentes con todo tipo de rasgos diferentes y no existe, a primera vista, ningún tipo de discriminación racial. Se nos presenta así este país como modelo o ejemplo a seguir. Hablando de discriminación también quiero apuntar un dato curioso sobre la igualdad de género. Aquí la igualdad entre hombre y mujer se pretende llevar al extremo, ambos son iguales en todos los sentidos así que, con esta mentalidad, prácticamente todos los baños que encontraréis en Suecia son unisex.

Niños jugando en Estocolmo

Si bien Estocolmo tiene un importante atractivo turístico, histórico y arquitectónico, esta zona de la ciudad tenía un matiz más comercial, llena de tiendas de discos, tiendas de ropa, de accesorios y, cómo no, de souvenirs en las que podías encontrar desde renos con chalecos de Suecia hasta banderas enormes, pasando por llaveros, libros sobre el país, mapas, chapas, etc. La calle de la foto era una calzada ancha peatonal en la que podías encontrar bancos en mitad de la vía, aunque también tengo que decir que era una zona un poco sobria. Precisamente en uno de estos bancos me encontré a estos muchachos tan graciosos jugando y pensé, antes de que se den cuenta tengo que sacar la foto. Fueron segundos, ni siquiera supieron que estuve allí. Así conseguí atrapar el instante decisivo, ese concepto transmitido por Cartier-Bresson de capturar la acción justo en el momento en el que esta tiene lugar y que tanto cuesta determinadas veces.

En cuanto a las características de la toma, la ISO de la cámara estaba en 100 ya que era un día muy soleado. El diafragma estuvo en 11 y la velocidad en 125. A pesar de que el fotómetro estaba en 0 y la fotografía debería haber salido bien, al abrir el cuadro en el ordenador y verlo ampliado quedaba un poco oscuro por lo que con Photoshop apliqué unos cuantos retoques a las sombras, blancos, negros y subí la saturación de la imagen para obtener unos colores más vivos (algo que, personalmente, me encanta en una fotografía) aunque siempre intentando no ser exagerado.

Archivado en Estocolmo, Nikon D7000, Secretos revelados, Suecia
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