Hacer de los estudios superiores una oportunidad para estar en contacto con las empresas de tu campo no es un concepto nuevo. Sin embargo, pocos parecen haber adaptado la educación a los tiempos modernos. En las aulas, la tecnología aún se encuentra en tiempos pasados.
La Universidad de Cornell pretende tener lista para el 2017 un nuevo campus en el que trabajadores y estudiantes cohabitarán en la isla de Rossevelt intercambiando ideas. Se pretende generar una dinámica en la que los estudiantes se verán apoyados por mentores en las empresas.
Es una forma de unir la vida estudiantil con el mundo laboral, logrando de este modo una enseñanza más moderna y con todos los medios para estar a la vanguardia. Los estudiantes verán que acceder a las empresas más destacadas es más simple. Vender sus “ideas” será tan sencillo como pasear por el campus.
El campus dispondrá de setecientos noventa mil metros cuadrados, donde habrá cuatro edificios. Uno de estos, de ciento cincuenta mil metros cuadrados, dispondrá únicamente de seis aulas y la mayor parte estará abierta para reuniones más informales. Alentando una educación más interactiva y el trabajo en equipo.
De momento nuestros genios tendrán que esperar a enero de 2017, cuando se calcula que se impartirá la primera clase en la isla. Para ir abriendo boca de lo que podrá ser este lugar, tenemos los primeros diseños de una facultad en la que seguro muchos querrían formarse.