Es aburrido ver a alguien entrar en una casa por la puerta. Es mucho más interesante cuando alguien entra por la ventana.
Si tuviera que hacer una lista de los mejores directores de la historia, no escribiría el nombre de Billy Wilder. No es el mejor, está fuera de concurso. Es tan grande, que cualquier comparación sería odiosa para los demás. Mira a los ojos a Velázquez, a Leonardo Da Vinci, a Miguel Ángel, a Shakespeare, a Cervantes, a Beethoven o a Mozart. No exagero, solo tienes que mirar su filmografía para descubrir más obras maestras que estrellas en el cielo. O políticos sin vergüenza. Ahí me he pasado. Nadie es perfecto, ¿eh, amigo?.
Reverencio su ingenio, adoro su ironía, rezo cada noche para que se rencarne, necesitamos más que nunca esa capacidad que él tenía para diseccionar la sociedad, ese ojo crítico. Necesitamos reír, necesitamos entender lo que ocurre. Quiero un espejo roto. Paseaba por Alemania buscando su asiento en la historia y era judío, una afición peligrosa, así que tuvo que huir de Berlín cuando Hitler llegó al poder, pues solo se levantaba cuando veía pasar a Ernst Lubitsch. Lo idolatraba sin percatarse de que algún día el discípulo superaría al maestro. Era un guionista que se hizo director porque nadie leía sus guiones. Al principio de su carrera formó equipo con el dramaturgo y productor, Charles Brackett, pero hacia 1957 empezó a colaborar con I. A. L. Diamond, y giró definitivamente hacia el enredo, hacia la comedia. Se puso serio.
Hay algo sorprendente: cuando reflexiono sobre todas mis películas, me llama la atención que, en las épocas en que estuve deprimido hice comedias. Y cuando me sentía feliz, rodé temas más bien trágicos. Quizás intente inconscientemente compensar cada uno de mis estados de ánimo.
Avanti! nace en el año 1972, es una adaptación de una obra teatral de Samuel Taylor, una atípica historia de amor en la que Billy vuelve a trabajar con uno de sus actores preferidos: Jack Lemmon. Wendell Armbruster, así se llama aquí el bueno de Jack, es un hombre de negocios estadounidense, estresado, malhumorado, arrogante, sistematizado, que se ve obligado a viajar a Italia, su padre ha muerto en un accidente de coche durante sus vacaciones. Una desgracia. A pesar de que tratan de ocultárselo, se entera de que su padre tenía una amante que lo acompañaba. Bueno, no es tan grave, una aventurilla…
Qué equivocado. Es más, no era una infidelidad esporádica, era una romántica bocanada de oxígeno, el supuesto retiro anual por cuestiones de salud encubría una vieja relación adúltera con una mujer inglesa, que desgraciadamente, también ha fallecido en el accidente. Del 15 de julio al 15 de agosto. ¡Esto sí es inadmisible! ¡Cómo pudo hacerles eso! ¡Qué vamos a hacer! ¡Qué diablos dirá ahora en el discurso que está preparando para el funeral! ¡No piensa mentir!
Carlucci, el inolvidable director del hotel:
Y dígame, Sr. Armbruster, ¿los calcetines negros son por respetar el duelo? Que detalle…
La hija de la amante, Pamela Piggott, Juliet Mills, una mujer obsesionada con el sobrepeso, también ha aparecido en el balneario de Ischia, quiere que la muerte no sea el final de esta apasionada historia de amor. Que descansen juntos. ¡Qué tontería! ¡No son los amantes de Teruel! ¿Por qué? Su padre sí es valioso, es rico, es alguien, pero el otro cuerpo sin alma no interesa, es un despojo. ¿Quién era? ¿Quién es? Fobia a primera vista. Lemmon tendrá que adaptarse a Italia, una cultura más reposada y hedonista. A punto de volverse loco, superado por las prisas y la incompetencia, sin entender nada, descubre que han desaparecido los cadáveres. Y entonces ya sí, podrá liberarse. Podrán.
¿Por qué me gusta tanto esta película?
Habría sido más fácil elegir El Apartamento, Con faldas y a lo loco, Ariane, Uno, dos, tres, Irma la dulce, Bésame, tonto, En bandeja de plata, La vida privada de Sherlock Holmes, Primera plana, Fedora, Perdición, Días sin huella, El crepúsculo de los dioses, Testigo de cargo, Sabrina o incluso, La tentación vive arriba, muchas de ellas ya tienen el reconocimiento que merecen, el público y la crítica se han rendido a sus evidentes virtudes. En cambio, esta cinta está considerada como una obra menor, y no todo el mundo ha podido verla. Hoy elijo Avanti! (lamentable título en español), porque quiero reivindicarla, quiero convencerte para que te sientes en el sofá y pulses el play del DVD. Disfrutarás como un enano saltando sobre un charco.
Es vitalista aunque hable sin tapujos de la muerte, y sutil, aunque haya desnudos. Billy Wilder nunca se descalza, siempre mantiene sus señas de identidad. En esta refinada comedia, encontrarás inteligencia, un ritmo frenético, humor ácido y ternura… pero sobre todo y ante todo, te quedarás con sus diálogos. Durante muchos años, tuvo que estrujarse el cerebro para burlar la absurda censura que había en Hollywood, y se convirtió en un artista de los dobles sentidos. Pero en 1972, esa época gris, en blanco y negro, ya estaba superada. En España sin embargo, retrasados como siempre, no pudieron verse algunas escenas en su estreno. Atentaban contra la moralidad. Claro. ¡Al infierno con ellos!
Si me buscas dentro de cien años a esta misma hora, estaré calladito, en silencio, sentado a la mesa junto a Woody Allen, Oscar Wilde, Groucho Marx y Billy Wilder. Entre otros. Escuchando atento, masajeando mi dolorida mandíbula.
Carlucci: En Italia, la hora de la comida es de una a cuatro.
Armbruster: ¿Tres horas para almorzar?
Carlucci: Sr.Ambruster… aquí no nos vamos corriendo a la cafetería a comernos un bocadillo con un refresco, aquí vamos piano, piano. Cocinamos nuestra pasta, luego le echamos queso, bebemos vino y amamos.
Armbruster: ¿Entonces qué hacen por las noches?
Carlucci: Volvemos a casa a ver a nuestras esposas.