Genialidad, humor, originalidad y calidad, eso es lo que os traigo hoy, una auténtica bestia del cine. No sé cómo he podido tardar tanto tiempo en hablar del, en mi opinión, mejor director de comedias de los últimos tiempos. Os hablo del magnífico Kevin Smith, un hombre al que también podréis conocer como Bob el silencioso. Si bien es cierto que dentro de su filmografía encontramos mejores y peores películas, con gags más o menos fáciles y con diálogos que, muchas veces, rozan la idiotez, su cine no deja de parecerme inteligente, algo que demuestra sobradamente en su opera prima, Clerks (1994).
Kevin Smith es nuestro gordito de Nueva Jersey, un tipo que se ha criado en esta ciudad y está orgulloso de ella hasta el punto de que gran parte de sus películas tienen lugar allí. Es un apasionado del cine, los cómics, la ciencia ficción y, en general, esa cultura friki que podemos ver en series como The Big Bang Theory. Sus aficiones ejercen una importante influencia en el cine que hace, siendo temas de conversaciones, creando problemas en base a esos gustos y, hasta en ocasiones, siendo el punto central de la película. Vemos su amor por el séptimo arte y sus ganas de rodar cuando averiguamos que, en Clerks, tomó la tienda en la que trabajaba como localización principal e incluso se matriculó en una escuela de cine para poder conseguir rollos de película gratis y así llegar a rodarla (aunque fuese en blanco y negro).
Su cine tiene dos premisas, es comedia romántica y a la vez es cine independiente. Esto se debe a una fuerte presencia de los diálogos, de los enredos, en unas producciones de imagen muy estática. El amor, el sexo y las relaciones se irán mezclando con los cómics, el cine, las personas y todo lo que rodea a la vida de personajes que no son más que personas normales con vidas en muchos casos aburridas y, en determinados momentos, difíciles. No sólo ha dirigido comedias románticas, también podemos encontrar comedias absurdas (o tontas, según se mire) como Jay y Bob el silencioso contraatacan (2001) o comedias de Hollywood como Vaya par de polis (2010), sin embargo, es ese estilo tan fresco, original y directo el que me enamoró.
En Clerks, hablando ya del argumento, nos encontramos con Dante Hicks (Brian O´Halloran), quien en su día libre recibe una llamada de su jefe diciéndole que tiene que ir a trabajar al autoservicio en el que es empleado. Desde este momento, la película nos muestra el día de Dante, quien tendrá que tratar con personajes de todo tipo, entrando en acción su colega Randal Graves (Jeff Anderson) y los magníficos Jay (Jason Mewes) y Bob el silencioso (Kevin Smith), dos figuras creados como punto gracioso y absurdo que estarán presentes en varias de las películas de Kevin Smith. La idea de Bob siempre me gustó mucho, ya que funciona como un catalizador, un tipo que se tira toda la película observando y que sólo hablará una vez, sin embargo, cuando lo haga, conseguirá que la historia de un giro.
Finalmente, quiero destacar que la banda sonora le da a la película un aspecto independiente o underground, usando música punk, grunge y garage rock (con bandas como Bad Religion, Alice In Chains o Soul Asylum). Sin más, espero que os convenza y que disfrutéis de la película, mientras tanto, aquí os dejo el tráiler.