Cada cuatro años, sin falta, tenemos un estudio que divide a los televidentes entre demócratas o republicanos en función de las series que ven, y este año, con las elecciones a la presidencia de Estados Unidos a la vuelta de la esquina, tocaba, solo era cuestión de tiempo. Y finalmente aquí lo tenemos pero, como siempre, nos encontramos con muy pocas sorpresas porque, en realidad, no podemos esconder de qué pie cojeamos ni siquiera en una minucia como esta.
En esta ocasión se ha elavorado a partir de los datos obtenidos a través de la aplicación Trendsetter, una herramienta de Engage que cruza resultados de encuestas con datos de influencia y popularidad de páginas de Facebook. Analizando los me gusta de miles de usuarios de la red social, dicen haber encontrado una conexión entre los gustos televisivos y la tendencia política.
Al parecer, si te gusta NCIS, conocida en España como Navy: Investigación Criminal, existen muchas más posibilidades de que votes al republicano Mitt Romney a si ves, por ejemplo, 30 Rock (Rockefeller Plaza). Por contra, si ves Juego de Tronos, Modern Family, The Walking Dead o Battlestar Galactica es más probable que tu voto vaya para el demócrata Barack Obama que si eres fan de Sons of Anarchy.
Evidentemente, como en toda generalización, esto es una exageración. A la hora de la verdad, la división no es ni mucho menos tan taxativa y la mayoría vemos un poco de todo. Eso sí, no deja de ser curioso que todos estos tipos de estudios muestren que los republicanos se decantan más por las series de audiencia masiva de las networks (las cadenas generalistas) y que a los demócratas les vaya más el cable.
Y es aquí cuando verdaderamente entramos en el meollo de la cuestión: ¿por qué existen estas diferencias? Pues se dice que esto se debe a que los demócratas prefieren ver series con personajes con vidas torturadas o que simplemente son raros, característica principal del noventa por ciento de series de cable, mientras que los republicanos prefieren ver historias más simples y normales. Y ese gusto de los republicanos por ver gente normal también se traduce en su afición por los docurealities tipo Deadliest Catch o los llamados realities de competición tipo Dancing with the Stars o Survivor.
En resumen, que parece que a los demócratas les gustan las series con un target definido y excluyente mientras que los republicanos se decantan por lo familiar y mainstream. No todo es blanco o negro, y la edad también juega un papel muy importante y aquí ni siquiera se ha tomado en consideración, pero no se puede negar que nuestra tendencia política se refleja también en nuestro consumo televisivo recreativo y no se restringe al informativo. Al menos en Estados Unidos. ¿Para cuándo un estudio hecho en España? ¿Creéis que nos llevaríamos alguna sorpresa?