El vuelo de Denzel Washington hacia los Óscars

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El vuelo es una película interesante y entretenida, que no deberías ver si tienes aerofobia. Robert Zemeckis no pretende surcar los cielos, aunque Denzel Washington sea un ángel de la interpretación, quiere mojarse, y sumergirnos en un vaso de vodka. El alcoholismo, el fuego eterno. No esperes días de vino y rosas, pero este náufrago en la isla de la cerveza, podría incomodar alguna conciencia o herir sensibilidades. A pesar de que la historia cae en picado, no te arrepentirás si compras una entrada. Eso sí, está en tus manos, asume tu responsabilidad. Sexo, drogas y rock’n roll.

Denzel Washington

Voy a contarte una historia en cinco líneas y tú pon nombre a su protagonista. Veamos. Imagínate un señor engreído, y sin embargo, simpático. Enfermo, aunque su respetable apariencia indique lo contrario. Que toma sustancias prohibidas. Su profesión y su talento, le encumbran a lo más alto. El sudor de su frente salva muchas vidas, y se convierte en semidiós a los ojos del pueblo. En el país de Barack Obama y Paris Hilton. Su figura va sobre ruedas y vuela alto… hasta que confiesa su enfermedad, un reconocimiento público ante las preguntas de una mujer. La caída de un mito. Alivio y desesperación. ¿La cárcel?

El vuelo piloto de avión

No, no es un ciclista, es Whip Whitacre (Denzel Washington), un piloto comercial muy singular. Único. O eso espero. Su matrimonio está hundido y no se habla con su hijo. Ahí no me meto. Tiene una aventura con una azafata. Mejor para él. El peligro es su dieta. Sí, has leído bien. Las drogas y el alcohol. Una mañana de tantas, despierta en un hotel con resaca, y una rayita de tiempo después, sube al avión quitándose las gafas de sol con chulería.

Despega sin demasiados problemas entre la tormenta, y descansa su aturdida cabezota sobre los mandos. Su cándido copiloto lleva el control. Cuando están a escasos minutos de pulsar el botón del tren de aterrizaje, una avería provoca que el pájaro de metal caiga en picado. La vida de más de 100 pasajeros está en sus experimentadas manos. Whip no pierde los nervios, su reacción es impecable, efectúa una maniobra casi milagrosa y de la noche a la mañana se convierte en un héroe nacional perseguido por la prensa. Únicamente fallecen seis personas. Únicamente.

Juzgado avería

El desencanto y la amargura no tardarán en aparecer en escena, las turbulencias no han cesado para el capitán, una investigación determinará las causas de la avería. Su imagen pública y su futuro, dependen de su capacidad para ocultar su alcoholismo. La mentira. ¿Podrá asumir su culpa y reconocer quién es? ¿Se responsabilizará de sus actos?

Al salir del cine no es necesario aguzar el oído para enterarte de qué habla la gente, qué rayo les ha deslumbrado, esta vez, las primeras palabras tienen destinatario obligado. El protagonista, el huracán de Mount Vernon. Denzel está soberbio. Es actor, y además, estrella, su carisma compite con el de James Stewart o Gary Cooper. Aprovecha cada segundo en pantalla para sacar lo que lleva dentro… su personaje. Aunque todo el reparto rinde a un nivel magnífico. Kelly Reilly, John Goodman, Don Cheadle, Melissa Leo, Bruce Greenwood… y la diosa de cuerpo inmaculado, Nadine Velazquez.

Robert Zemeckis ha sacado un bombón de la caja, y ha regresado al pasado para sorprendernos gratamente. La secuencia del accidente aéreo me pareció extraordinaria, sobrecogedora. Aparatosa y trepidante. Parpadeos prohibidos, la adrenalina por los aires. Un montaje académico que maneja el suspense con maestría. Sin embargo, la película embarra más tarde, al tocar tierra hace aguas. Bueno, sin exagerar. En mi opinión, sus dos grandes inconvenientes son: su innecesaria duración, dos horas y media, y un guion pusilánime, típico de Hollywood. Blandito, blandito. Y tenían material para sacar mucho jugo.

Accidente el vuelo

Si buscas una película de acción o un thriller de catástrofes toca en otra puerta, El vuelo es un drama complejo, absorbente y perturbador, una accidentada y angustiosa parábola de redención. Una historia shakespeariana, una disyuntiva, que te hace plantearte qué harías en su situación. Ser o no ser honesto. Robert, querido amigo, te lanzo un mensaje en una botella, para que lo tengas en cuenta en tu próximo proyecto, no basta con una idea atractiva: ser previsible… o ser original. ¡He ahí la cuestión!

Por último, no me quiero olvidar de la banda sonora. Pese a que es evidente su abuso para tapar otros agujeros, es fantástica. The Rolling Stones, Joe Cocker, Lou Reed, Red Hot Chili Peppers, Bill Withers, John Lee Hooker, Marvin Gaye, John Lennon & Paul McCartney, Traffic…

William Blake:

El que se encadena a una alegría, destruye una vida libre; pero el que besa la alegría en su vuelo, vive el amanecer de la eternidad.

Archivado en Accidente, Crítica, Opinión
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