Secretos revelados | Fuente de larga exposición

Hace un tiempo os hablamos de la fotografía de larga exposición, ya que usándola con cabeza podemos crear tomas muy curiosas. Pues la imagen que hoy os traigo es un perfecto ejemplo de lo que el tiempo de exposición influye en la fotografía.

Fotografiar una fuente durante la noche puede ser complicado, pues tenemos varios factores que no paran de moverse: el agua, la gente que se nos cruza y nuestro tembloroso pulso. Sin una fuente de luz intensa, que no nos salga movida, se convierte en una tarea casi imposible. Pero el arma secreta en estos casos es el trípode y la larga exposición.

Y en una agradable noche de verano durante un paseo me encontré con esta fuente. En ella varios niños corrían por su interior en bañador, jugando y mojándose. Un momento divertido, de esos que sólo se pueden disfrutar cuando eres niño. Curiosamente esa noche decidí llevarme el trípode, nunca se sabe si puedes conseguir una buena nocturna. Y decidí jugar también, en mi caso con la velocidad de obturación, fotografiando este momento.

Fueron muchas las tomas, en algunas de ellas los niños están más presentes en la imagen aunque con un aire fantasmagórico muy lejano del ambiente que había en el lugar. Así que decidí borrar a la gente de la imagen gracias al uso de la larga exposición. Pues como todos corrían de un lado al otro lo único que mantenía su movimiento en el mismo lugar era el agua.

Y el resultado de esta toma es esta fotografía que os muestro sin retoques ni ajustes posteriores, os muestro lo que captó mi cámara. ¿Qué os parece?¿Tenéis imágenes similares?