Un asteroide pasará cerca de la tierra el 15 de febrero, ¿podremos desviarlos en el futuro?

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El asteroide 2012 DA14 se acerca a la Tierra. Uno de los miedos ancestrales de la humanidad vuelve a estar de actualidad: la extinción de nuestra especie. ¿Estamos preparados para evitar una colisión? Astrónomos de todo el mundo vigilan el cielo en busca de amenazas. Los ingenieros buscan soluciones para poner en práctica lo que hasta ahora son sólo ideas. Ocurrió hace 65 millones de años y volverá a ocurrir, la pregunta es: cuándo.

2012 DA14

En estos días se va a producir un acontecimiento astronómico de primer orden: un asteroide con el poco poético nombre de 2012 DA14, nos va a visitar. Este asteroide fue descubierto por el Observatorio Astronómico de Mallorca, gracias a la estación robotizada de rastreo de La Sagra (Granada), que de manera automática hace seguimiento tanto de Objetos Cercanos a La Tierra (Near Earth Objects, NEOs ) como de basura espacial.

La clasificación del asteroide 2012 DA14 como NEO, implica que tiene una órbita próxima a la de La Tierra, pero además es del tipo Apollo. Y es aquí donde la cosa se pone interesante, ya que esa denominación lleva asociada la propiedad de que el asteroide cruza la órbita terrestre de manera periódica. El período orbital del asteriode (la duración del año del asteroide, para entendernos) es de 366,2 días terrestres.

Orbitando al sol hay numerosos asteroides, restos del origen del mismo sistema solar, en el momento de la formación de los planetas. Hay ya descubiertos más de 4.000 asteroides como éste, pero la similitud de su órbita con la terrestre, hace que su seguimiento sea de un gran interés. Afortunadamente, no viene para quedarse, pero va a pasar muy cerca de nosotros. Tanto, que el próximo quince de febrero pasará a unos 27.600 km de La Tierra, aproximadamente a las 20:40h (GMT+1).

Aunque su trayectoria atravesará el plano orbital de los satélites de comunicaciones y meteorológicos que se sitúan en órbita geo-síncrona, las observaciones realizadas por observatorios astronómicos de todo el mundo y los cálculos realizados por los dos centros especializados en el cálculo de órbitas: NEODyS-2 (Universidades de Valladolid y Pisa) y SENTRY de JPL/NASA, llevan a unanimidad en descartar la amenaza. Sin embargo, la atracción gravitatoria de La Tierra alterará su trayectoria, hecho que añade incertidumbre a futuros “rendez-vous” con nuestro planeta.

Aunque no siempre ha habido tanta suerte. Es un hecho generalmente aceptado que hace 65 millones de años, la colisión de un meteorito sobre lo que hoy es el golfo de Méjico, provocó extinción de los dinosaurios no tanto por la colisión en sí (que también), sino porque la gran cantidad de material proyectado hacia las capas superiores de la atmósfera, ocultaron la luz del sol provocando un “invierno nuclear” y alteraron el ecosistema que hasta ahora había garantizado la supremacía de los grandes saurios.

Pero, para hacerse una idea de las consecuencias del impacto de un objeto de características similares (se estima que 2012 DA14 tiene unos 44 metros de diámetro), no hace falta remitirse a acontecimientos tan apocalípticos como los sucedidos durante el Cretácico. En 1908 (hace nada, en términos geológicos) se produjo en Tuguska (Siberia) el impacto de un fragmento de cometa o meteorito que se estima tenía dimensiones similares, aunque para ser más exactos, el objeto no colisionó sino que explotó a varios kilómetros sobre la superficie de la tierra, lo que hizo que no quedase evidencia del cráter característico de este tipo de impactos. El hecho se conoce entre la comunidad científica como Evento Tunguska y trajo como consecuencia que aproximadamente 80 millones de árboles quedasen arrasados, en un área de unos dos mil kilómetros cuadrados.

Evento Tunguska

Más recientemente, El 6 de junio de 2002, se produjo una explosión en el aire de un objeto de unos 10 metros aproximadamente sobre el Mar Mediterráneo, en un lugar situado entre Libia y Grecia, con una potencia equivalente a una pequeña bomba nuclear.

Pero, ¿podemos evitar un encuentro fatal con uno de estos cuerpos celestes? Pues depende…

Como es lógico, lo primero es saber lo que se nos viene encima. Escudriñar el firmamento en búsqueda de objetos que al no emitir luz pueden ser casi invisibles, es una tarea compleja. Sin embargo, la comunidad científica es consciente de la importancia de intentarlo y existen numerosos programas que se dedican al segumiento de NEOs, entre los que destacan los programas de la ESA y la NASA.

Lo segundo, es caracterizar la órbita y dimensiones del objeto. Esto también obliga a un seguimiento cercano de la trayectoria del cuerpo que, además obliga a continuas correcciones debidas al efecto de la atracción gravitatoria en su tránsito en las inmediaciones de los planetas. Como se ha dicho, NEODyS-2 y SENTRY lideran esta responsabilidad a nivel mundial.

Lo tercero, qué hacer… Lógicamente, el tamaño marcará la diferencia entre lo que es posible y lo que no. En los últimos años se han considerado numerosas estrategias para desviar la trayectoria de un cuerpo que pudiese colisionar con La Tierra, entre las que destacan:

  • Tractor gravitacional
  • Pastor de haz de iones
  • Energía solar enfocada
  • Conductor de masa
  • Cohete convencional
  • Armas nucleares
  • Impacto cinético

La mayoría de ellas están en una fase poco menos que teórica y por supuesto carísimas de implementar (aunque se supone que ante la perspectiva de la exterminación de la especie humana, el dinero es lo de menos…).

Merece la pena detenernos en la última, ya que la ESA tiene en marcha el único proyecto (hasta ahora) con el propósito de desviar la trayectoria de un objeto celeste, que se va a probar de manera real: el proyecto Don Quijote.

La ESA sostiene que es posible el desvío de la trayectoria de un asteroide como 99942 Apofis con el impacto de un ingenio espacial, con un peso menor de una tonelada. La estrategia se llama deflexión por impacto cinético.

Y si todo falla… siempre nos quedará apelar a la testosterona de Bruce Willis (no puedo resistir la tentación…).

¿Qué crees tú que se podría hacer en un caso así? Si la cosa no tiene solución… ¿con quién pasarías los últimos momentos? ¿Debería informarse a la población de lo inevitable?

Archivado en Bruce Willis, ESA, Espacio, Fin del mundo, NASA, Sistema Solar
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