Es la primera novela de la escritora inglesa Annabel Pitcher, que estudió filología inglesa en Oxford. Esta historia llena de ternura llega al corazón aunque al principio, leer la historia relatada de voz del pequeño Jamie de 10 años parece forzada, pues los pensamientos de este niño parecen demasiado adultos. No obstante, vivir la muerte de su hermana de mano de un grupo de terroristas y ver cómo esto afectaba a sus padres, parece una explicación razonable para ser un niño tan profundo.
La historia de esta familia destrozada por la tragedia nos hace pensar en el miedo que provocan estas acciones. Afloran sentimientos de odio ante todo lo que es diferente y nos olvidamos de todo lo bueno que tenemos.
Todos estos pensamientos de boca de un niño tan pequeño se vuelven más fuertes si cabe. Pues en este intenso viaje Jamie se enfrenta a unos padres cuyo drama los separa, sufre el abandono de su madre, la culpabilidad por desobedecer a su padre y la pérdida de un ser querido que no recuerda.
Que sea el joven Jamie, que con 5 años pierde a su hermana Rose, el que relata la historia, logra que podamos ver la historia como si él mismo no formara parte de ella. Todo esto es debido a que con cinco años apenas recuerda a su hermana y por lo tanto no entiende por qué sus padres se centran en su pérdida y no en que tienen dos hijos más que los necesitan.
Esta novela encierra mucho más de lo que parece, no se trata de un libro muy largo y sin embargo al terminar nos sentimos como si hubiéramos leído un libro de más de 500 páginas. Pues la evolución que sufren los personajes parece no ser posible en un libro tan corto y sin embargo lo es. A todo esto debemos sumarle los momentos de humor, que aunque la historia sea un drama, un niño no deja de ser un niño.
En este año Annabel Pitcher ha publicado su segunda obra Nubes de kétchup. Y parece confirmar su estilo literario, poniendo nuevamente de protagonista de su historia a una chica de quince años. ¿Annabel Pitcher se centrará en protagonistas jóvenes para todas sus novelas? ¿Os parece que usa un recurso muy fácil, los atentados, para llegarnos al corazón?