A lo largo de los años hemos ido viendo como el tamaño de los ordenadores se reducía de forma espectacular a la vez que aumentaban las posibilidades que ofrecían. Poco a poco se han ido comprimiendo los componentes hasta el punto en que cualquier teléfono de gama baja que podemos tener en nuestros bolsillos es mucho más potente que aquellos grandes ordenadores de hace tan sólo unos años. Parece que esta reducción de tamaño no tiene límite, y es que la Universidad de Michigan ha desarrollado el ordenador más pequeño del mundo que tan sólo mide poco más de un milímetro cúbico.
El equipo tiene como objetivo medir la presión ocular de las personas que sufren glaucoma, una enfermedad del nervio óptico que puede llegar a dañar la retina hasta el punto de provocar ceguera. Con el dispositivo se pretende minimizar y controlar los daños que provoca esta enfermedad.
Podemos considerar este equipo electrónico un ordenador porque cuenta con todos sus componentes: un procesador, memoria, antena de radio para transmisiones de información inalámbricas, batería y una placa solar para cargarla.
Cada quince minutos el equipo despierta del estado del reposo para tomar lecturas de presión que posteriormente se guardan en la memoria del dispositivo. En esta memoria caben lecturas de un total de dos semanas, que, posteriormente, el paciente podrá descargar a otro dispositivo externo de forma inalámbrica con tan sólo acercar el ojo a ese dispositivo. La batería se carga completamente en diez horas de exposición a la luz artificial y una hora y media bajo luz natural. Además, como el proceso de lectura y guardado de datos tan sólo consume entre 3 y 5 nanovatios, el dispositivo cuenta con una gran autonomía.
Sin duda el equipo tiene un gran potencial, y, es que, aunque de momento sólo tiene una aplicación en el campo de la medicina, la cantidad de posibilidades que ofrece el aparatito es enorme. ¿Qué otras utilidades crees que puede tener un dispositivo así?