El servicio que nos ocupa se llamó en sus inicios MSN Messnger (no pocos aún se refieren a él así) y nació en el año 1999, en la prehistoria de Internet, cuando Microsoft se dio cuenta de que era necesario competir con otros nacientes programas de mensajería instantánea como ICQ. A día de hoy su nombre oficial es Windows Live Messenger, e incluye una considerable integración con Facebook. Sigue siendo un servicio bastante usado, aunque lo cierto es que le han salido muchos competidores en los últimos años, bastante más modernos: Google Talk, Faceboook Messenger, WhatsApp, Line, Skype…
Precisamente este último competidor fue adquirido por Microsoft en mayo de 2011 por la friolera de 8.500 millones de dólares. Skype estaba pensado especialmente como una plataforma de VoIP, pero, después de una inversión de estas dimensiones era lógico pensar que el servicio iba a ser la referencia en cuanto a comunicaciones de la empresa de Redmond. Ya lo habían anunciado, y ahora la fecha límite se cumple: hoy el servicio de Windows Live Messenger se debe dar por cerrado, aunque todavía funciona. Pero, a partir de este 8 de abril, se nos puede exigir cambiarnos a Skype en cualquier momento, sin posibilidad de volver atrás.
Seguramente el paso obligatorio a Skype será bastante lento y paulatino, para evitar saturaciones en los servidores y no dejar incomunicada a gran cantidad de personas a la vez. Pero sería buena idea ir descargándonos la versión que más nos interese (existe para Android, iOS, Windows Phone, Linux, OS X, Windows clásico y Modern Style e incluso para ciertos televisores y PS Vita). La verdad es que echaremos de menos el mítico Messenger que tantas buenas conversaciones nos ha dado, pero ha llegado el momento de actualizarse. Esperemos que Skype represente una alternativa de futuro, y poco a poco vaya ofreciendo cada vez más posibilidades.
¿Qué opinas del tema? ¿Te da pena despedirte de este clásico, o consideras que ya era hora de renovarlo?