Sí, no me he vuelto loca, pues salir a hacer fotos es toda una misión. Con la cámara a cuestas y nuestros ojos alerta, buscamos la foto perfecta. Y a veces, para encontrarla, nos vemos obligados a convertirnos en fotógrafos furtivos. No es que busquemos famosos para pillarlos indiscretamente, pero sí que queremos que no se enteren de que andamos por ahí.
Pero ojo, no podemos volvernos locos y fotografiar a todo el mundo indiscriminadamente. No debemos olvidar, que la imagen de una persona no se puede reproducir alegremente, sobre todo sin su permiso. Por eso, para evitar problemas, os aconsejo que si os gusta hacer “robados”, intentéis que no se reconozca a las personas que aparecen en las fotos. Y si no lo lográis, tenéis dos opciones: pedirle permiso a la persona fotografiada o si no, guardar la foto para nosotros. Esto es un opción personal, pero yo al menos, no publico ninguna fotografía en la que se reconozca a una persona sin su autorización.
No obstante, tampoco quiero que cojáis miedo a sacar la cámara en público. Muchos nos colamos en fotos sin querer, y que aparezcas al fondo en una foto de alguien no suele preocupar a mucha gente. Por ello os traigo esta toma. En la que retraté a un señor que disfrutando de los rayos de sol, leía tranquilamente en un parque.
Sentada en el césped disfrutaba de la vista panorámica de Madrid desde el Parque del Cerro del Tío Pío, comúnmente conocido como el Parque de las Siete Tetas, decidí incorporar a la vista un personaje. Mi idea era hacer de esta foto robada un ejemplo de este tipo y que se entendiera con solo mirar la fotografía. Por ello, me agaché y buscando que la cámara quedara algo agazapada entre el césped, encontré este punto en el que tenemos la hierva en primer plano, al fondo las vistas, y a medio camino, la espalda de un hombre que nos despierta la curiosidad.
A nivel compositivo es uno de los muchos ejemplos del uso de la regla de tercios. Que si no la conocéis se basa en dividir la imagen en tres, tanto vertical como horizontalmente. Al hacerlo, creamos unas líneas imaginarias que se cruzan en 4 puntos en la imagen. Estos puntos son conocidos como los de máximo interés dentro de la composición. Y si queremos resaltar algún elemento en nuestras creaciones, colocarlo cerca de estas interjecciones hará que resalte. Es una de las normas más básicas de composición y es una simplificación de la proporción áurea.
Posteriormente a la toma, prácticamente no realicé más que un leve ajuste de la intensidad, para que el verde fuera más brillante. Teniendo en cuenta el día soleado, el tiempo de exposición era bastante rápido, como podréis ver en la tabla que os dejo a continuación.
Modo: | Manual |
ISO: | 100 |
Diafragma: | f/8 |
Velocidad de obturación: | 1/320 |
Distancia focal: | 40 mm |
¿ Sois aficionados a las fotografías furtivas? ¿Odiáis los robados y a los fotógrafos que los realizan? ¿Te dan ganas de ponerle protector solar al hombre de la foto? A mí al menos con todo ese sol, se me pasó por la cabeza. Espero inspiraros y si queréis dejaros un comentario a continuación tenéis donde hacerlo. Si a parte de los comentarios, os apetece compartir vuestras #fotosfurtivas recordad que nos encontramos en Google+, Facebook o Twitter.