Después de estos días libres, muchos habréis cogido el coche en busca de lugares nuevos y seguro que acompañados de vuestra cámara apuntabais a todo lo interesante, para llevar esa imagen siempre con vosotros. Pues la fotografía que os traigo esta semana es una de esas que realicé en un viaje por carretera.
Desde Barcelona a Madrid el camino es largo y si decides hacerlo subido a tu coche parece que las distancias aumenten. A veces el interés por ver lugares diferentes hace que cambiemos las cómodas autopistas o autovías por vías más lentas, pero con un paisaje mucho más agradable. No obstante, a veces la carretera da tantas vueltas que te apodera el cansancio casi hasta marearte, es entonces cuando llega el momento de parar.
En una de estas paradas en las que comienzas a odiar al coche y deseas sobre todo no haberte tomado ese desayuno, conseguí captar el paso de un tren. El lugar lo podéis ver en la fotografía, me encontraba en el pueblo de Ascó. Parada a la sombra de unos árboles y reponiéndome de un momento de mareo.
De repente un sonido familiar sonaba a lo lejos y con mi cámara al cuello me acerqué a la valla que separa la carretera de las vías del tren. Ante mí apareció como de la nada un tren regional, su destino lo desconozco. Pero mi mente ignorando el mareo se puso en modo foto y rápidamente disparé dos fotografías rápidas. Conseguí captar el final del tren, justo antes de que desapareciera para no volverlo a ver en mi camino. Logré con mi rapidez encuadrar y hacer que todos los puntos de fuga convergieran en un mismo lugar. Obteniendo así una imagen dinámica que no hubiera logrado si mi mareo no me hubiese obligado a detenerme unos minutos.
Seguramente cualquier persona que viva en Ascó podrá lograr una imagen similar teniendo en cuenta el horario del tren. No obstante, para mi es una muestra de cómo, un determinado momento puede ser sinónimo de conseguir o no la fotografía que deseamos. A veces la preparación es la clave y otras las imágenes se nos presentan sin previo aviso. Por eso, nunca está de más llevarnos nuestra cámara de paseo.
Gran foto Aranzazu, yo tengo unas cuantas así de improvisto en mi ciudad y en el campo o la nieve y nunca sé qué hacer con ellas, si abandonarlas en lo más hondo de la galería de mi móvil o del PC o subirlas a algún server especializado….
JuanMi no las abandones, las fotos también necesitan de tu atención 🙂 Para mi alguna de esas fotos que no creías útil suelen surgir de vez en cuando, a veces con algo tan simple como hacerlas fondo de escritorio o para practicar diferentes efectos de retoque. Y también puedes compartirla con los demás, que a los que nos encantan las fotos también nos gusta comentar.