Lo cierto es que el mercado de consolas portátiles está un poco saturado, y sufre una dura competencia por parte de los smartphones. La PS Vita no acaba de arrancar y la Nintendo 3DS tiene sólo un éxito relativo. En este contexto, el pasado enero se presentó Project Shield, una máquina creada por NVIDIA, el fabricante de procesadores y tarjetas gráficas. Eso sí, basada en Android 4.2.1 (aunque se prometen actualizaciones) y compatible con la mayor parte de las aplicaciones (no con aquellas que requieran funcionar en vertical). Básicamente, se trata de un mando con calidad de consola al que se añade una pantalla desplegable que nos permite jugar.
Las especificaciones son conocidas, pero las recordamos: un procesador NVIDIA Tegra 4, 2 GB de memoria RAM y 16 GB de almacenamiento expansible por tarjetas de memoria. Ahora el nombre oficial ha cambiado, se trata de NVIDIA Shield, y sabemos que saldrá en junio por 350 dólares, aunque sobre nuestro país no conocemos ningún dato concreto. La máquina, no lo olvidemos, permite disfrutar tanto con títulos para Android como hacer streaming desde nuestro PC de cualquier juego y visualizarlo en su pantalla de cinco pulgadas, con una resolución de 1280 x 720. Una especificaciones dignas de cualquier smartphone actual, pero nada futuristas.
La máquina se podrá reservar a partir del 20 de mayo, aunque me temo que no va a ser necesario preocuparse por su disponibilidad, ya que creo que va a ser un fracaso absoluto. NVIDIA no tiene experiencia en este campo, no tiene socios importantes que creen software para ellos y el segmento de las portátiles ya está saturado. Si a eso sumamos un precio bastante elevado y un diseño no demasiado afortunado, me temo que el resultado son problemas para la empresa de Santa Clara. Ojalá me equivoque, y NVIDIA Shield sea capaz de hacerse un hueco en este competitivo mercado.
¿Qué opinas de este precio? ¿Ajustado para lo que se ofrece, o desproporcionado para ser una portátil?