La posición oficial de los chicos de Cupertino es que OS X representa el sistema operativo de escritorio más avanzando, y que se complementa a la perfección con el hardware que lo integra. Pero eso no puede ocultar que los Mac actuales son PC normales y corrientes (con muy buenos acabados, eso sí) capaces de ejecutar Windows. Y además lo hacen bastante bien, gracias al soporte que ofrece Apple a través de Boot Camp. Por otro lado, dentro del propio OS X podemos virtualizar el sistema operativo de Microsoft, de forma que trabajemos directamente con su interfaz o sólo con alguna aplicación concreta.
No resultaban prestaciones que la multinacional de Tim Cook publicitase en exceso, pero esto está cambiando. Y es que en las Apple Store ahora se exhiben ordenadores con Parallels ejecutando aplicaciones Windows, eso sí, sólo en la sección de empresas. Ya que resulta obvio que muchas compañías no pueden permitirse dejar de trabajar con sus programas tradicionales, y eso a veces frena que cambien de plataforma. Además, los empleados de las tiendas también están preparados para asesorar a los clientes respecto a la convivencia de estos dos sistemas dentro del mismo Mac gracias a la virtualización.
Cabe destacar que Parallels no se trata de una aplicación de Apple, sino de un software adicional con coste, por lo que sin duda han debido ver muy necesaria su utilización para que se ofrezca como opción por defecto. Pero peor sería recomendar a sus clientes instalar nativamente Windows, de manera que ni llegaran a percibir las bondades de la plataforma propia de la marca de la manzana. La verdad, el dato me resulta de lo más curioso, pero no hace más que constatar una verdad muy grande: cuando hay negocios por el medio, las empresas pueden considerarse al mismo tiempo amigas y enemigas, como bien han demostrado Apple y Samsung.
¿Qué opinas de este tema? ¿Te llama la atención la iniciativa, o la consideras de lo más lógica?